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En uno de cada 10 hogares del país escasea la comida


EN ARGENTINA

En uno de cada 10 hogares del país escasea la comida

 

Un estudio revela que el 4,6 por ciento de los hogares sintió hambre en el último año. El 6,6 por ciento tuvo que reducir porciones.

Uno de cada 10 hogares de clase media o baja pasó hambre o tuvo que reducir la comida en la mesa por falta de dinero el año pasado, según datos del Observatorio de la Deuda Social Argentina publicados diario La Nación.

El estudio se realizó entre 5.712 viviendas y revela que en Argentina el 4,6 por ciento de los hogares padece inseguridad alimentaria grave, que es cuando sus integrantes dicen que sienten hambre, mientras que el 6,6 por ciento padece el mismo problema de manera moderada, es decir, que deben reducir las porciones en la mesa por problemas económicos.

«Esto significa que casi el 12 por ciento de los hogares argentinos experimenta la inseguridad alimentaria», precisó el doctor Agustín Salvia, investigador del Conicet y coordinador del Observatorio de la Deuda Social Argentina, de la Universidad Católica Argentina.

Los más afectados. Son los habitantes de las villas o asentamientos precarios, seguidos de los vecinos de los barrios de bajos ingresos y los de clase media.

Mientras que en las villas la inseguridad alimentaria alcanzó al 23,8 por ciento en los últimos 12 meses, en los centros urbanos pobres afectó al 16,2 por ciento, y en las zonas de clase media, al 4,4 por ciento.

El 1,7 por ciento de las familias de ingresos medios dijo haber pasado hambre por problemas económicos el año pasado.

Aun así, los hogares muy pobres tienen 10 veces más posibilidades de experimentar hambre y 16 veces más riesgo de tener que reducir la cantidad de comida que pueden comprar que los de clase media alta.

Administración. Además de los ingresos, la inseguridad alimentaria está asociada con la educación de los responsables de organizar la mesa. De hecho, en los hogares con amas de casa sin el secundario completo, por ejemplo, se observó un aprovechamiento no tan eficiente del dinero y la comida.

«Una persona que tiene que administrar el presupuesto familiar podría mejorar la capacidad alimentaria del hogar con un buen equilibrio de las compras, pero hay hábitos de consumo que hacen que las personas sepan cocinar determinados productos o estén atadas a ellos, con precios muchas veces inaccesibles», dijo Salvia.

Fuente: La Voz  -Córdoba

 

 

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