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ROSARIO A cambio de 3.900 pesos, policías liberaron a un detenido en Santa Fe

Son dos sumariantes que sin motivos llevaron tras las rejas a un hombre al que le exigieron 6 mil pesos para liberarlo y devolverle el rodado.

Dos policías de la comisaría 15 de la ciudad de Rosario, Santa Fe, fueron arrestados el miércoles sospechados de exigirle a un joven tres mil pesos para dejarlo en libertad sin formación de causa y otros tres mil para devolverle una moto que le habían secuestrado en un procedimiento. Fuentes allegadas al caso los identificaron como Gustavo Ramos y Germán Pérez, ambos sumariantes de la seccional, quienes quedaron detenidos a disposición de la fiscal de Violencia y Corrupción Institucional Paola Aguirre, quien podría imputarlos hoy del delito de cohecho pasivo.

Fuentes del Ministerio de Seguridad confirmaron que el procedimiento de entrega controlada por el cual cayeron presos ambos policías se realizó el miércoles a la mañana a partir de una denuncia presentada la tarde del lunes ante la Dirección de Asuntos Internos por un electricista de 26 años identificado como Fernando E.

En la vereda
Según fuentes allegadas a la investigación el joven relató que la noche del viernes, cerca de las 21, había ido a visitar a una hermana en el barrio Tablada y dejó su moto Insa IM de 125 centímetros cúbicos estacionada en la vereda. Diez minutos después salió a la calle y se encontró con unos diez uniformados que estaban alrededor del vehículo. Según relató, el muchacho les dijo que el rodado era suyo y los policías le hicieron preguntas como de dónde venía, con quién estaba y qué hacía en ese lugar.

Si bien Fernando dijo haberles respondido las inquietudes, los efectivos le pidieron autorización para ingresar a la casa de la hermana, donde interrogaron de la misma manera a ella y a su marido. Entonces le comentaron a Fernando que estaban buscando a una persona parecida a él que andaba en una moto similar y era sospechoso de una balacera.

Luego el joven escuchó que algunos policías dialogaban entre ellos y decían que le iban a tener que pedir disculpas porque se habían confundido. Sin embargo llegó otro policía que les dijo que el joven era el autor del hecho, por lo que se lo llevaron detenido a la comisaría 15ª, junto con la moto y 7.400 pesos que tenía en su poder, ya que «ese día había cobrado el sueldo».

El denunciante aseguró que los policías siempre tuvieron «un trato correcto» y que «jamás» lo «maltrataron o agredieron».

En el calabozo
Una vez en la seccional de Sarmiento al 4300 el sospechoso fue alojado en un calabozo sin compañía donde momentos después fue entrevistado por personal de la Policía de Investigaciones (PDI) que le explicó que le habían realizado un dermotest para determinar si había restos de pólvora en sus manos. Cuando estos policías se retiraron, fue llevado a otra celda donde pasó la noche con otras cuatro personas.

Al día siguiente un policía lo llevó a una oficina que describió como amplia y con dos escritorios. Allí un uniformado le explicó el motivo de su detención, le dijo que estaba «complicado» y que probablemente quedaría detenido. Fue entonces que le dijo que él podía hacer que lo liberaran sin formación de causa, aunque para ello «tenía que mover unos hilos», como «pagarles a los de la PDI». En tal sentido, el policía le dijo a Fernando que tenía que «entregarle una suma de dinero».

El joven respondió que no tenía plata y entonces el policía le dijo que en el acta de aprehensión del Comando figuraba que tenía en su poder 7.400 pesos y le insinuó que quería esa plata. El muchacho respondió que ese dinero lo tenía destinado a pagar cuentas y pasarle a sus hijos, por lo que sólo le podía dar mil pesos.

El policía manifestó que «era poco» pero que podían arreglar con 3 mil. «Por temor e incertidumbre accedí», señáló el denunciante, y contó que el policía labró un acta, se la hizo firmar y la firmó también él como Gustavo Ramos. Luego le entregó una copia y lo llevó al calabozo nuevamente, mientras hacía pasar a la madre del denunciante, a quien le dijo que para retirar la moto debería pagar.

Ya sobre las 14, el policía lo sacó del calabozo y le dio su billetera con 3.900 pesos así como su celular, elementos de la moto y le dio la libertad, luego de explicarle que para retirar la moto debía presentar la documentación del vehículo.

Más dinero
Ese mismo sábado, a las 17, Fernando volvió a la comisaría y volvió a hablar con Ramos, quien se desempeña como sumariante. Le presentó la documentación de la moto, a la que le faltaba una copia del DNI de la titular del rodado. Entonces le dijeron que si no la conseguía ellos le podían hacer un formulario de compraventa, para lo cual él debía pagarles tres mil pesos.

Como el joven no tenía el dinero, acordó un plazo hasta el miércoles a las 10. Pero antes fue a denunciar la situación en Asuntos Internos, donde afirmó que las veces que habló con Ramos y éste le pedía plata, siempre estaba acompañado por otro policía, de quien aportó su descripción y presumió que era el jefe ya que Ramos le consultaba todo.

Bajo control
En Asuntos Internos acordaron organizar un procedimiento de entrega controlada de dinero. Voceros del Ministerio de Seguridad explicaron que la mañana del miércoles el denunciante fue a la comisaría con una cámara y teléfonos que lo mantenían comunicado con los efectivos que participaron del operativo.

Cerca de las 10.50, ya efectuada la entrega, efectivos de Asuntos Internos ingresaron a la comisaría. Fue luego de que Fernando E. les dijera que Ramos había guardado el dinero en un cajón. Los uniformados escoltaron al sumariante hasta la oficina donde estaba el otro policía, de apellido Pérez.

Tra sello le preguntaron a Ramos por el dinero que acababa de recibir y el sumariante respondió que se trataba de tres mil pesos que le habían dado a modo de retribución. El policía entregó el dinero, que resultó ser la misma suma que había certificado y marcado la Fiscalía. Como la víctima había indicado que Ramos siempre había estado acompañado de Pérez, ambos fueron detenidos. También se les secuestraron sus celulares y les retiraron sus respectivas credenciales y armas reglamentarias.

Trasladados a la sede Asuntos Internos, quedaron detenidos por el delito de exacciones ilegales. Luego quedaron a disposición de la fiscal Aguirre, que en las próximas horas los podría imputar por el episodio.

Los policías buscaban a un hombre que habría perpetrado una balacera desde una moto y dijeron que era el denunciante.

Fuente: La Capital de Rosario.

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