El violento suceso ocurrió cerca de las 5 de ayer en una distribuidora de pan situada en Presidente Perón al 6100, a unos veinte metros del cruce con Gaboto. El presunto ladrón tenía 22 años.

Un muchacho de 22 años murió luego de ser golpeado con brutalidad por dos empleados de un local de elaboración y distribución mayorista de pan de la zona oeste. Este domingo se desplegaron al menos dos versiones sobre el hecho: mientras el relato oficial indicaba que la víctima había intentado perpetrar un robo en el establecimiento, hubo vecinos que deslizaron que en las inmediaciones funciona un búnker de venta de drogas y adjudicaron lo ocurrido a una disputa relacionada con ese delito. En tanto, los dos empleados de la panificadora fueron detenidos.
El violento suceso ocurrió cerca de las 5 de este domingo en una distribuidora de pan situada en Presidente Perón al 6100, a unos veinte metros del cruce con Gaboto. El local no tiene las paredes revocadas y se ingresa a través de dos portones negros.
Según la información policial preliminar, a esa hora tres hombres irrumpieron en el comercio cuando en el negocio se encontraban Damián Florencio S., de 43 años, y Javier Eduardo M., de 35, quienes dijeron ser empleados del establecimiento. Al parecer, los dos trabajadores se resistieron al atraco y se trenzaron en una pelea con uno de los intrusos.
La gresca fue desigual y el presunto ladrón llevó la peor parte a raíz de los puñetazos y patadas que le propinaron los dos empleados. La golpiza fue tremenda y el muchacho terminó tendido en la vereda, en medio de un charco de sangre, mientras sus dos cómplices se esfumaban.
Un rato después, una ambulancia del Sies acudió a la escena del hecho, pero el joven golpeado ya había muerto. El muchacho fue identificado como Ezequiel Mario Rodríguez, de 22 años.
Dudas
La Capital acudió al barrio para conocer detalles del hecho, pero los vecinos consultados dijeron que ignoraban lo que había ocurrido.
No obstante, algunos deslizaron que la panadería frente a la cual ocurrió fue varias veces clausurada y señalaron, además, que en la zona suele haber problemas entre grupos antagónicos a raíz de la existencia de un quiosco donde se despachan estupefacientes. En este sentido, no descartaron que el asesinato de Rodríguez haya tenido que ver con ello más que con un intento de asalto.
Cuestiones que deberá establecer la investigación de lo sucedido, a cargo del fiscal de Homicidios Adrián Spelta y los efectivos de la comisaría 19ª en cuya jurisdicción ocurrió.
Desde el Ministerio Público de la Acusación, el fiscal Adrián Spelta se refirió  al hecho. El fiscal contó que se analizaron las filmaciones de las cámaras de seguridad y dijo que no es correcto hablar en este caso de linchamiento.
«La palabra linchamiento es desafortunada utilizarla en estas circunstancias, sobre todo es en principio apresurado», apuntó Spelta. Y explicó que lo que se pudo observar a través de las cámaras de vigilancia «es que hubo una agresión inicial que podría tener como fin un robo o una simple intención de lesionar a alguien; que luego es repelida por gente que estaba presente en el lugar y luego se suman más personas».
Spelta sostuvo que «cuando uno utiliza la palabra linchamiento hace referencia a hechos que han tenido repercusión mediática hace pocos meses, y este es un hecho en principio distinto, porque tenemos una continuidad  de lo sucedido». Y abundó: «Acá no hubo una interrupción con posterioridad al hecho, sino que lo que tenemos es una continuidad donde hay una agresión  inicial, y luego este grupo de agresores se ven repelidos de esta agresión».
Spelta aclaró además que dos personas, que serían empleados de la distribuidora, no fueron llevados detenidos ayer a la comisaría, sino «trasladados en calidad de testigos».

Fuente: La Capital