Durante un operativo de rutina en un colectivo llamó la atención el nerviosismo de algunos pasajeros. Al revisar sus bolsos hallaron la droga.

A poca distancia de donde la semana anterior la fuerza federal logró incautar 24 kilos del mismo estupefaciente, en la mañana de este lunes produjo el secuestro de otra importante carga. La transportaba un joven de nacionalidad boliviana.
El procedimiento montado en el kilómetro 224 de la Ruta Nacional N° 34 tuvo las mismas características que el realizado el jueves anterior cuando en un operativo de rutina los efectivos subieron al un micro y al requerir la documentación a los pasajeros notaron que algunos mostraron un estado de nerviosismo llamativo.
En el primer caso, las “mulas” fueron dos sujetos mayores -uno de nacionalidad argentina y otro boliviana- y en las maletas que llevaban en el buche del micro se encontraron 11 y 12 “ladrillos”, respectivamente.
Esta vez, no hizo falta que los de uniformados de verde preguntaran mucho porque al muchacho boliviano, de solo 21 años, enseguida lo delató su actitud al tartamudear y responder con evasivas. Nuevamente, los gendarmes se dirigieron al depósito del bus y al abrir las dos valijas que el “traficante” señaló como propias, en su interior se hallaron11 paquetes en cada una con clorhidrato de cocaína de máxima pureza.
El pesaje total de la sustancia fue de 22,580 kg y de acuerdo a lo informado su valor puesto en el mercado es cercano a los 300 mil dólares.
En el caso de la semana pasada, la droga era transportada en un colectivo de la empresa Balot que había partido desde la localidad de La Quiaca, en Jujuy, y tenía como destino a la ciudad de Buenos Aires, mientras que en el de ayer estuvo involucrado un bus de la empresa La Veloz del Norte que cubría el trayecto entre Metan (Salta) y Retiro (Capital Federal).
Si bien, hasta el momento, reina un absoluto hermetismo, algunos trascendidos indican que las dos “cargas” habrían sido descubiertas al momento de embarcarlas y venían siendo seguidas a la espera de la mejor oportunidad para cortar el circuito.
Tras reducir al “traficante”, todos los pasajeros fueron trasladados en el mismo micro a la sede del escuadrón de Seguridad Vial que Gendarmería posee en el acceso por el sur  a la ciudad de Rafaela sobre la misma ruta y tras efectuar las diligencias de rigor se permitió que continuaran el viaje.
El detenido fue identificado como Ernesto M. C. y quedó a disposición del Juez Federal Miguel Abássolo.
Siempre en función de los trascendidos, el joven habría declarado que por trasladar las valijas le habían pagado 1.500 pesos. Además se supo que había ingresado a la Argentina por Jujuy en calidad de turista el pasado 18 de julio y tenía permiso para quedarse en el país por 9 días.
También se conoció que la cocaína debía ser entregada en una vivienda de la localidad de Villa Celina, en jurisdicción de La Matanza, provincia de Buenos Aires.

FUENTE: El Litoral