El juez penal Adrián Godoy encontró culpable a Manuel M. G. por el asesinato de la chica de 14 años. El fallo conformó al fiscal pero exigirá que la pena se agrave ya que anticipó que irá a la Cámara de Apelaciones
A más de un año de haber sucedido, el juez penal Adrián Godoy resolvió este miércoles la situación procesal del novio de Chiara Páez –la chica asesinada el 10 de mayo del 2015 en Rufino– declarándolo responsable como autor del delito de homicidio calificado por femicidio y no por el vínculo. La resolución fue apelada por el fiscal de la causa, Eduardo Lago, que pretende que el joven sea responsabilizado por el vínculo. Por tal motivo, la causa será elevada a la Cámara Penal. Resta esperar que el juez de Menores, Javier Prado, fije la pena. Al respecto, cabe recordar que el fiscal de Rufino Mauricio Clavero investiga a la familia del joven por su posible participación en el hecho.
Chiara Albertina Páez, de 14 años de edad y embarazada de dos meses, sostenía una relación de pareja al momento del hecho con Manuel M. G., y terminó siendo asesinada tras mantener relaciones sexuales con el menor hallado responsable. La joven había recibido un corte en el cuello producido con un cuchillo y varios golpes en la cabeza. Su cadáver fue enterrado en el patio trasero de la vivienda del domicilio del chico, que compartía con sus abuelos, su madre y la pareja de esta, en bulevar San Martín 818 de la ciudad de Rufino.
Ante el hecho, actuaron en forma conjunta los fiscales y jueces de mayores y de menores. Por el hecho se detuvo también a la madre y al padrastro del muchacho, quienes fueron dejados en libertad por falta de pruebas, si bien la investigación paralela de la Justicia de mayores continúa.
Apelación
Si bien el fiscal de la causa, Eduardo Lago, se mostró satisfecho con el fallo en cuanto a la declaración de autoría material y responsabilidad penal de Manuel M. G., ya que la misma se funda en su propia investigación ante el Juzgado de Menores de Javier Prado, no coincide con la calificación de los hechos ya que tras finalizar su investigación acusó al joven como autor de homicidio doblemente calificado por el vínculo y el género (femicidio).
Para el funcionario judicial, «el juez Godoy redujo esta calificación solamente al delito de femicidio, dejando de lado el agravante basado en la relación existente entre ambos jóvenes. El fiscal, al acusar además del femicidio probó que existía una relación de noviazgo, admitida por el propio Manuel M. G., que además era públicamente conocida por familiares, amigos y en general por la pequeña comunidad de Rufino».
Uno de los primeros femicidios con el nuevo Código Procesal Penal
Chiara Páez estaba de novia desde hacía unos ocho meses y embarazada de ocho semanas al momento del femicidio. La vieron por última vez la medianoche del sábado 9, cuando se despidió de un encuentro con amigas y prometió volver, algo que no sucedió nunca. Tras una intensa búsqueda, su cuerpo fue hallado sin vida el lunes 11, enterrado en el patio de la casa de su novio.
El caso conmocionó a la ciudad de Rufino, en el sur provincial, y causó todo un movimiento que ya tiene nombre y apellido, «Ni una menos», el cual generó marchas en todo el país. Entre ellas, las que tuvieron lugar en la misma Rufino, donde los familiares de la joven se pusieron al frente.
FUENTE: Uno Santa Fe