Asesinó a su ex pareja, la tía y abuela de ella. Hirió gravemente a dos niños e intentó incendiar la casa para ocultar el múltiple crimen. Un tercer niño de 8 años, se escapó y escondió en el baúl del auto que había en el garaje; fue el que dio aviso a su abuela materna de lo que ocurría.
El ataque ocurrió en una vivienda situada en la calle Entre Ríos 1867, en el barrio Trapiche de dicho departamento cercano a Mendoza Capital, donde Claudia Lorena Arias (31) se encontraba junto a tres de sus hijos menores de edad, su tía Marta Susana Ortiz (45) y su abuela, Silvia Vicenta Díaz de Ortiz (90).
Según las fuentes, la vivienda pertenecía a la anciana, conocida por los vecinos como «Doña Ñata», mientras que las otras dos mujeres solían visitarla con frecuencia para cuidarla.
El fiscal de la causa, Santiago Garay, imputó al taekwondista por un «homicidio agravado por el vínculo», dos «homicidios simples» y dos «tentativas de homicidio».
Si bien el acusado no tenía antecedentes de violencia de género, si es condenado podría caberle la pena de reclusión perpetua.
De acuerdo a los voceros, al momento del ataque, Arias estaba acompañada de su bebé de 10 meses, y sus hijos de 11 y 8 años. Éste último pudo escapar del agresor, esconderse en el baúl de un auto estacionado en la casa y llamar por teléfono celular a su abuela, Miriam Ortiz, para avisarle de lo ocurrido.
El ministro de Seguridad de Mendoza, Gianni Venier, explicó a la prensa que el nene le dijo a su abuela: «Papá mató a mamá».
Cuando la Policía llegó al lugar del hecho, encontró a Arias, Ortiz y a «Doña Ñata» muertas y a la beba y al niño de 11 años gravemente heridos, dijeron los informantes.
En la escena del crimen los efectivos advirtieron que, antes de huir, el agresor había dejado una hornalla de la cocina con el gas abierto y una vela encendida con la intención de generar una explosión e incendio y borrar las huellas del hecho.
Poco después, el presunto autor del ataque, identificado por la Justicia como Daniel Gonzalo Zalazar Quiroga (30), se presentó en el Hospital Central de la capital mendocina con un corte en un brazo y dijo que había sido herido durante un asalto, aunque quedó detenido a disposición del fiscal Santiago Garay.
Los investigadores establecieron que el acusado, oriundo de la provincia de Santa Cruz, mantenía una relación de pareja con Arias y trabajaba como profesor de artes marciales.
En ese sentido, los pesquisas creen que uno de los conflictos que mantenía Zalazar con la mujer era porque él aparentemente no quería reconocer su paternidad sobre la bebé, quien fue internada en el Hospital Pediátrico Humberto Notti de la capital mendocina al igual que el niño de 11 años.
El director médico de ese centro asistencial, Rubén Rufeil, explicó este domingo al mediodía que ambos pacientes corrían «riesgo de vida» y que el nene debió ser intervenido quirúrgicamente a raíz de una grave herida punzo cortante en la zona «toracoabdominal» y que presentaba otras lesiones «aparentemente por perdigones».
Respecto a la beba, Rufeil señaló que presentaba «una herida en el cuello» y «un corte en la boca», por lo que debió ser alojada en la sala de cuidados intensivos.
El último parte médico de la tarde precisó que los dos heridos permanecían internados en «estado crítico» y con respirador artificial, añadieron los voceros.
«Es un psicópata que no puede alegar ninguna emoción violenta ni un estado transitorio de inimputabilidad, porque la actitud posterior al delito es típico de quien tiene el manejo de la situación y de sus condiciones mentales», sostuvo el ministro sobre el autor del múltiple ataque.
La coordinadora de la Procuración General de Mendoza, Teresa Day, añadió en conferencia de prensa que se corroboró «inmediatamente» que «no había denuncias previas sobre violencia de género» en contra del ahora detenido.
En tanto, el informe preliminar de las autopsias practicadas este domingo a la tarde a los cuerpos de las tres mujeres asesinadas reveló que las víctimas murieron por múltiples heridas de arma blanca en cuello, rostro y cráneo, concluyeron los informantes judiciales.
Este caso ocurrió días después de la multitudinaria marcha nacional «#NiUnaMenos» y a menos de un mes de otros cuatro femicidios cometidos en distintos puntos de la provincia de Mendoza en perjuicio de Julieta González (21), Janet Zapata (35), Ayelén Arroyo (19) y Doelinda Tropán (41).
El triple femicidio de este domingo a la mañana generó una gran consternación en Godoy Cruz, donde Zalazar daba clases de Taekwon-Do, incluso a niños, y publicaba en la red social Facebook fotografías entrenado junto a sus alumnos.
FUENTE: Cadena3