La sequía comienza a impactar cada vez más fuerte en el precio de los productos. El informe del Observatorio de Precios de la provincia de Santa Fe de febrero de 2023 arrojó una variación porcentual con respecto a enero del 16,56%
El informe del Observatorio de Precios de la provincia de Santa Fe de febrero de 2023 arrojó una variación porcentual con respecto a enero del 16,56% y destaca que los principales aumentos se vieron en los rubros de carnicería y verdulería, mientras que los rubros almacén, panificados y lácteos no arrojaron grandes variaciones porcentuales.
Juan Marcos Aviano, secretario de Comercio Interior de Santa Fe, señaló que “el informe de febrero registra contradicciones en un mercado volátil donde los precios de referencia siguen sin poder establecer una pauta tanto para el consumidor final como para el sector comercial”.
“En el caso de las carnes rojas, el aumento en el precio al productor no se ve reflejado del todo en el mostrador, por lo tanto puede haber un aumento en las carnes rojas en los próximos días o semanas. Eso es contrario a lo que pasa con el pollo, que en promedio en nivel minorista nos da una baja de aproximadamente 5% entre enero y febrero. Son datos que no dan un planteo alentador pero sí muestran como el consumidor va a comportarse en sus decisiones de consumo en los próximos meses”, apuntó el funcionario santafesino.
En tanto, indicó que la papa y la calabaza siguen planchadas. “Tenemos el problema de la naranja que pueden seguir unas semanas más, puede haber un sustituto de fruta por parte del consumidor. El tema de las leches y todos los derivados de lácteos tenemos un aumento del 10% en el precio que se paga a productor de $66 a $70 lo que marca la diferencia y puede llegar a generar un aumento leve en las próximas semanas. Siempre con el traslado habitual entre eslabones de la cadena. Sigo insistiendo que el sector lácteo es el más estable, el que va registrando el precio en cada eslabón de la cadena de igual manera”, señaló Aviano para quien es importante “seguir monitoreando y dando pautas al consumidor de los productos estacionales que permiten al consumidor sortear los aumentos de precios de los productos que habitualmente se consume”.
Eslabón por eslabón
La polenta en la industria tiene un valor de $79,50, en el canal mayorista $95,99 y en los comercios al público sale $166,37. En tanto, el aceite sale $519,43, $798,99 y $999,50, respectivamente en cada eslabón, y el paquete de fideos secos spaghetti por 500 gr. $71,58, $181,99 y $220, respectivamente. La lenteja cotiza en alza como nunca frente a la falta de producción local, ingresa en su mayoría importada, y tiene un precio de $232,65, $421,90 y $550,66.
En carnes el observatorio relevó que el precio al productor en febrero fue de $475, al frigorífico $1.100 y en el canal minorista el kilo de pulpa tuvo un valor de $2.025 y las costeletas $1.685,45. El kilo de pollo se ubicó en 589,32.
Por otra parte, el kilo de papa al productor se pagó $100, en el mercado $115 y en verdulerías $261,08. La calabaza se ubicó en $186,67, $200 y $258,64, respectivamente, mientras que la naranja quedó en $305,56, $385 y $592,92 en cada canal.
En lácteos, el litro de leche al productor se ubicó en $70, en el canal distribución $157 y minorista $260. La manteca de 200 gr. en la industria se pagó $277, en distribuidor $429,50 y en comercios $526,13.
Contexto
Si bien el aumento en la mayoría de los productos se debe al contexto inflacionario que atraviesa el país, algunos rubros pueden explicarse por particularidades de cada uno de los mercados, indicaron desde el Observatorio. En el caso del rubro verdulería la sequía, las altas temperaturas registradas durante la ola de calor iniciada en diciembre y el impacto de esto en la producción de frutas y verduras son las principales razones que explican el importante aumento, debido a una caída en la oferta de estos productos. Es el caso de la naranja que fue la fruta que más incrementos sufrió entre los meses de enero y febrero.
Oscar Liverotti, jefe del Departamento de Información y Estadísticas del Mercado Central, señaló que lo que sucede es que es una fruta más de invierno que de verano, que en invierno la gente suele consumir más y se va agotando y faltando en el mercado a partir de octubre, sobre todo la fruta de calidad, que es lo que está sucediendo en este momento, sumado a la crisis climática, y al hecho de que muchos productores no tuvieron riesgo, se generó una merma en la producción de este tipo de fruta.
En el rubro carnicería los aumentos se deben a las características particulares del mercado del sector ganadero. “Cuando el sector productivo pasa por un mal momento, los empresarios reducen sus desembolsos en el sector y la oferta en corto plazo aumenta. Por ejemplo, la sequía que atravesó el país el año pasado encareció el mantenimiento del ganado por la reducción de las pasturas naturales. La respuesta empresarial fue reducir su stock ganadero, pero para ello aumentaron el sacrificio de animales, generando en el corto plazo un incremento de la oferta. La baja relativa de precios de corto plazo anticipaba fuertes aumentos futuros cuando el proceso de reducción de stock llega a su límite, que es lo que está sucediendo en este momento”, se precisó y se aclaró que también lo que ocurre y presiona al incremento de precios es una mejora en las expectativas climáticas lo que produciría un incremento en el stock ganadero y una merma en la oferta impulsando los precios hacia arriba.
Dentro del rubro almacén, el producto que más variación sufrió fue la harina de maíz, que tuvo un incremento de precio del 40,04% desde enero de 2023 a febrero de 2023. “La falta de lluvias y las altas temperaturas registradas generó importantes mermas. Se dan por perdidas 7,5 Mt de maíz argentino y se estima que con 42,5 Mt será la peor cosecha argentina de los últimos 5 años. «El desastre productivo empieza por Entre Ríos, sigue por todo Santa Fe y se extiende al oeste y a buena parte de la franja central cordobesa. También se extiende hacia el sur: Buenos Aires está afectado, sobre todo el norte y centro este”, se detalló y se agregó que la sequía implica un impacto económico cercano al 0,5% del PBI, por lo tanto, todas las actividades industriales y de servicios que se generan en torno a estos productos se verán muy afectados.