El joven, oriundo de Villa Minetti firmó contrato con el equipo Cervecero. En ese contexto recordó su dura historia de vida entro lo que hizo referencia a la agresión que recibió en su ciudad natal cuanto tenía 16 años y que casi le costó la vida.

Cuando Oscar Belinetz se retiraba de la sede social del QAC, transformándose en el primer refuerzo del Cervecero dejó un título: “Soy un tipo que la peleó desde chico, tanto en la vida como en el fútbol”, indicó.

El delantero que llega procedente de Alvarado de Mar del Plata, donde en la temporada pasada jugó 29 partidos y convirtió 8 goles, tiene una dura historia de vida que hace unos años se animó a contar en el Programa “Café con Fútbol” del Diario El Litoral, que recordó parte de la historia en un posteo la cuenta HistoQAC.

Oscar con 16 años cumplía con su segundo año de juveniles y jugaba en la Séptima División de Colón de Santa Fe, donde era capitán y goleador de su categoría por lo que tenía un rendimiento destacado. En el receso veraniego fue a visitar a su familia y compartir con ellos las fiestas de fin de año en Villa Minetti, su ciudad natal que se encuentra a 425 kilómetros de la capital santafesina.

“Recuerdo que salgo con mis amigos en la fiesta de año nuevo. A la salida del baile (en el club Sportivo de Villa Minetti), yendo con mis amigos a una panadería una persona nos gritaba que quería pelear y estaba en estado de ebriedad, y había unos chicos de 12 años que los conocía, como nos conocemos todos en el pueblo. La persona comienza a discutir con los chicos; yo estaba adelante con mis amigos y en eso siento una voz de otra persona que dice qué pasa y yo estaba con los brazos cruzados cuando giré sentí un golpe: le vi la mano y me había pegado una puñalada en el estómago”.

El arma que utilizaron para herirlo “fue un cuchillo de 22 centímetros que me entró cruzado en el estómago y me rompió bastantes cosas: el intestino delgado, el grueso, la boca del estómago”, recordó el jugador que en primera instancia fue trasladado a Tostado que se encuentra a 80 kilómetros de Villa Minetti y luego lo llevaron al Hospital José María Cullen de la ciudad de Santa Fe.

En el nosocomio le hicieron seis operaciones por dentro y entró en coma farmacológico. “Mi vieja recibió el primer parte médico junto a los médicos y la gente de Colón. Le dijeron que llame al resto de los familiares, que habían hecho todo lo posible y que no había chances de vida. Ahí apareció un hecho relacionado con mi papá que ya había fallecido y que la gente que me conoce lo sabe pero que prefiero no contarlo”.

A partir de ese episodio que el jugador prefirió mantener en reserva, comenzó a mejorar y a superar de a poco ese cuadro que parecía irreversible. “La gente de Colón se comportó muy bien, le dieron hotel a mi mamá y mi hermana y trasladaron a mi familia a todos lados. Además me hicieron regalos”. En aquel momento el club puso, una psicóloga de contención y movilizó para la donación de sangre a los chicos de las juveniles.

Para Belinetz, flamante refuerzo de Quilmes, fue un antes y un después en su carrera deportiva aquel 1ro. de enero de 2011. “Tenía chances de subir a entrenar con Primera, porque le habían dicho a mi vieja que le gustaba como jugaba al Turco (Mohamed) pero con este hecho perdí el año. Si bien volví a los 7 meses, había perdido 24 kilos. No me reconocía en el espejo”.

En la misma charla destacó: “no me quedó ninguna secuela, ni me quedó ninguna fobia. Tomo esto como lo fue el fallecimiento de mi padre con algo que me dio fuerzas”. Perdió a su papá a los 14 años, cuando jugaba en Chacarita, tuvo que dejar el fútbol para trabajar en una gomería. Luego retomó su carrera tras pasar una prueba en Colón que le tomó el entrenador Mario Sciacqua y debutó en Primera a los 21 con Darío Franco como técnico del Sabalero.