El segundo del año. A fines de diciembre, el gobierno había autorizado una suba de 18%, que se produjo los primeros días de 2015. El gobierno justificó el incremento por la suba de los costos operativos del sistema
Desde el domingo, viajar dentro de la provincia de Santa Fe, será más caro. A través del Decreto Provincial, el gobierno autorizó a las empresas de transporte a aumentar sus tarifas hasta un 23%. Se trata del segundo incremento tarifario en el año, ya que si bien el último, que fue de un 18% se anunció a finales del año pasado, se hizo efectivo los primeros días de 2015.
El subsecretario de Transporte de la provincia, Gustavo Peirano justificó el aumento y dijo que luego de que se autorizó el último incremento en diciembre, paralelamente a la baja en los combustibles comunes de los primeros días de enero, hubo una suba de un 50% del gasoil subsidiado, y esto impactó directamente en los costos del servicio.
“Lo que para todos fue una baja, para el sistema fue una suba”, señaló y agregó que la implementación del fondo compensador del transporte, aprobado en la Legislatura en 2014, morigeró en un par de puntos la suba, porque sin este dinero extra proveniente del 5% del impuesto de sellos, el incremento hubiera superado el 25%.
Al aumento del combustible subsidiado, el funcionario manifestó que hubo que sumar las paritarias, que si bien una parte está contemplada con un incremento en los subsidios, no refleja otras situaciones como la antigüedad de los choferes.
“Después si uno hace un seguimiento de todos los elementos que lo componen, desde los repuestos, los lubricantes, los neumáticos, y los propios coches, todo ha aumentado. La verdad es que lo que uno menos quiere es reflejarlo en las tarifas, pero hay diferencia entre el costo, los subsidios y la tarifa”, señaló.
Consultado de por qué es 5% mayor este incremento de tarifas autorizado, que el de principios de año indicó que pasaron ocho meses, y que cuando se hizo el estudio de costos en diciembre, se tomaron como referencia los meses de octubre y noviembre que no terminaron de reflejar lo sucedido desde entonces, hasta la fecha.
En este sentido explicó que hubo un “retroactivo de la mano de obra que se pagó en enero, y que las paritarias se cerraron más tarde que otros años”, y esto impidió poder hacer un “reacomodamiento” menor al anunciado para el domingo en el mes de mayo.
“Tampoco queremos un desfinanciamiento de las empresas porque después es mucho más difícil remontarlo”, manifestó y añadió: “Los empresarios plantearon el pedido de aumento hace dos meses, y nosotros lo veníamos estudiando, porque justamente queríamos saber cuál iba a ser el impacto que iban a tener las paritarias, cómo repercutía el fondo compensador, y cómo se estabilizaba”.
A su vez señaló que las empresas, mes a mes, cuando se les van modificando los costos van haciendo sus planteos y en función de eso, la Subsecretaría de Transporte va realizando un seguimiento.
Fondo compensador
Según Peirano, el aporte de un dinero extra, proveniente de un fondo compensador, creado por ley el año pasado, aligera en dos o tres puntos el costo final del pasaje. El problema que señaló el funcionario es que si la recaudación no crece, este fondo no se incrementa, y por consiguiente irá perdiendo incidencia.
Un 23% como tope
Cada vez que autoriza un aumento, el gobierno lo que hace es fijar el parámetro máximo de cálculo de la tarifa. Es decir, que lo que se toma en cuenta al momento de la publicación del decreto autorizando el incremento, es el porcentaje en que se modifica respecto del último aumento autorizado. Este es el máximo que las empresas podrán cobrar.
“Hay empresas que de por sí están cobrando algo menos. Acá pueden ocurrir dos cosas, que la empresa ajuste y que si estaba cobrando por debajo del máximo sea mayor el incremento, aunque tratamos de que eso no ocurra, y también podría ocurrir que alguien que ya está cobrando el máximo no quiera aplicar ahora el total del porcentaje autorizado, con lo cual el incremento sería menor”, explicó.
¿El último del año?
El subsecretario de Transporte manifestó que prever que este será el último incremento del año sería hacer futurología, pero que considerando que los costos deberían mantenerse más o menos estables, y que los retroactivos de mano de obra desaparecerían a fin de año, no debería darse un nuevo aumento en 2015.
“Eso es lo que nosotros anhelamos y buscamos la forma de que no impacte tanto, pero no es tan simple la cosa”, enfatizó.
FUENTE: Uno Santa Fe