Apicultores y pequeños productores plantean su problemática

Apicultores y pequeños productores de los Bajos Submeridionales reclaman ser tenidos en cuenta al momento de que lleguen las ayudas para soportar los efectos de la sequía. Los primeros sostienen que la fuerte ola de calor que se produjo en los primeros días del año más la falta de agua fue letal para la actividad.

Miles de colmenas se perdieron ya que la alta temperatura “derritió” la cera, calentó al extremo la miel y mató a la abeja, ocasionando pérdidas incalculables que demandará muchos años poder recuperar.
Nelson Allario, productor acícula de la zona de Cuatro Bocas contó que fue “imposible salvar la producción y las colmenas. El calor fue muy impactante y no había lugar donde proteger a las avejas”. Agregó que “en nuestro caso el año pasado había hecho grandes proyectos para poder crecer, fuimos casi tres meses a la provincia de Jujuy para hacer más colmenas, invertimos mucho dinero y cuando finalmente trajimos a nuestra zona la que habíamos logrado, la ola de calor nos “mató todo”.
Por su parte, los pequeños productores de los Bajos Submeridionales, particularmente los que crían hacienda en la zona de la ruta 13 y su intersercción con la 31 y la 32, son los que primero sintieron los efectos de este fenómeno climático y los primeros que están soportando la mortandad de animales.
Armando Bustos, pequeño productor que ha recorrido toda la zona afectada relató que “lamentablemente estamos sufriendo la muerte de la vacas por que no tenemos agua para darles. En mi caso todavía no he llegado a esa situación, porque me he preparado, pero en el caso de Ricardo Costa, de la familia Clavero, de Domingo Juanovich y de otros tantos, ya han tenido la muerte de animales”.
“Lo que nosotros estamos solicitamos es que cuando la ayuda llegue para atender esta problemática, nuestro sector sea el primero en atender, ya que indudablemente es el sector más desprotegido” señaló Armando Bustos.
Bustos dijo además que “muchos pequeños productores que viven y crían animales al costado de la ruta, viven en condiciones extremas, casi sin comida y agua; y esto es porque años atrás fueron desalojados de sus tierras y nadie tampoco se ocupó de esta problemática”.
Cabe recordar que en 2008, toda esta zona (ruta 13) fue la más castigada con la sequía y fue la región donde se produjo la mayor cantidad de mortandad de animales y en la actualidad pueden todavía observarse los “cementerios de vacas” que ilustran lo dramático que fue el fenómeno, que ahora empieza a repetirse.