Luego de videoconferencias y anuncios, le habló a los militantes.“A ellos les dejamos el silencio”, dijo, apuntando a fiscales y opositores. Rechazó injerencia extranjera en la causa Nisman.
La Presidenta buscó anoche mostrar fortaleza e iniciativa políticas ante la crisis provocada por la muerte de Alberto Nisman con un discurso por cadena nacional en el que, sin mencionar las cosas por su nombre, criticó la marcha convocada para el miércoles y advertir que el Gobierno nacional no aceptará colaboración internacional para investigar el suceso como postularon sectores de Estados Unidos.
A una semana exacta de la Marcha del silencio convocada para el miércoles 18 por fiscales y jueces, a la que adhirió la mayoría de la oposición, cuando se cumplirá un mes de la muerte del fiscal de la causa del atentado a la Amia, Cristina Fernández reapareció con un acto en el que hizo anuncios en la Casa Rosada y luego habló a militantes oficialistas que colmaron los patios interiores del edificio.
“Nosotros nos quedamos con el canto, con la alegría, y a ellos les dejamos el silencio. Siempre les gustó el silencio. ¿Saben por qué? Porque no tienen nada que decir o porque no pueden decir lo que piensan”, dijo.
Fue esa su definición más contundente sobre la marcha, en lo que marcó otro capítulo de su enfrentamiento con el Poder Judicial, pronunciada después de la cadena nacional de 49 minutos ante los jóvenes militantes de La Cámpora en el Patio de los Patriotas Latinoamericanos. A diferencia de otras veces, Cristina Fernández no les habló a los militantes de otras agrupaciones kirchneristas que ocuparon los patios de las Palmeras, Malvinas Argentinas y del Aljibe. “No puedo estar mucho tiempo parada”, se excusó. Se mostró así por primera vez públicamente en el país sin silla de ruedas ni la bota ortopédica que calzó por su rotura de tobillo izquierdo, a fines de diciembre pasado.
Sostuvo que “muchas veces, con doble moral se intentan tergiversar las cosas, por eso tenemos que estar tranquilos, atentos y unidos”. Y en lo que pareció ser un recordatorio implícito de los momentos de crisis de su gobierno, subrayó: “Hemos pasado por muchas, he pasado por muchas y tengo toda la fortaleza del mundo para poder seguir trabajando”.
“Patria sí, colonia no”, cantaron entonces los jóvenes de La Cámpora, ante lo que la Presidenta dijo que esa consigna propia de la Juventud Peronista en los 70 “vuelve a cobrar actualidad ahora, cuando nos quieren marcar la cancha desde afuera”. Aludió así a críticas desde Estados Unidos por la muerte de Nisman y a la propuesta de que miembros del FBI participen de la investigación de la muerte, como lo sugirió entre otros el candidato presidencial Sergio Massa.
“Ya no hay espacio político para que nadie venga a darnos instrucciones. Argentina no es el patio trasero de nadie, ni somos un país de cuarta, ni una república bananera para que vengan a darnos consejos”, dijo. Y en dos ocasiones, en su discurso por cadena y ante los militantes, enfatizó: “No vamos a aceptar a ningún (Spruille) Braden”, el embajador estadounidense que en 1946 promovió la Unión Democrática opositora contra el entonces candidato Juan Perón.
La reaparición presidencial tras su visita a China también le dio pie para dar señales hacia la interna del Frente para la Victoria de cara a las elecciones primarias Paso de agosto próximo. Tuvo en ese sentido más de un gesto elocuente de preferencia por el precandidato y ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, respecto del gobernador bonaerense Daniel Scioli. (¿Randazzo–Axel Kicillof sería la fórmula cristinista?). Con ese propósito, Cristina no sólo habilitó y siguió con un gesto de atención las palabras de Randazzo (un real discurso de campaña) desde la estación Vicente López donde se inauguró la modernización total de la línea ferroviaria Mitre, sino que calificó de “cocarda, galardón y honor” que haya sido rankeado por los fondos buitre como el funcionario de mayor enriquecimiento patrimonial.
De paso, Cristina reclamó que todos los candidatos presidenciales, oficialistas u opositores, presenten sus declaraciones juradas de bienes desde los últimos 15 o 20 años.
Ayuda escolar
La Presidenta anunció que la asignación escolar anual aumentará de los 510 pesos a los 700 pesos. Señaló que equivale al 37,25 por ciento y que beneficiará a 3.227.000 niños y a 2.016.800 familias.
FUENTE: La Voz del Interior