A las quejas por la paralización total de obras de las rutas nacionales que pasan por Santa Fe que desde hace años están en un pésimo estado, se suma la desinversión nacional sobre proyectos trascendentes para la salud de la población. ¿Qué hace cuando las contratistas ya abandonaron los obradores?
Con la consigna de poner en agenda la continuidad de la obra Acueducto San Javier – Tostado, la Cámara de Senadores insiste en la necesidad de que se difunda el perjuicio que causa la decisión de gobierno nacional de incumplir con los pagos y detener trabajos.
El tema volvió al recinto del cuerpo en la sesión del jueves 11 al hacerse pública una reunión de trabajo con el gobernador Maximiliano Pullaro con quienes cuatro senadores acordaron el mismo objetivo: hacer ver que no invertir en la realización de un acueducto que estaba en plena ejecución significa postergar a no menos de 150 mil santafesinos.
En el despacho del gobernador estuvieron los senadores que tienen una vinculación directa con la obra que la Nación ha decidido paralizar, lo que ya ocasionó 100 despidos. Siguiendo la traza de la infraestructura que el Estado Nacional se comprometió a ejecutar, cabe agregar que participaron del encuentro Oscar Dolzani (San Javier), Rodrigo Borla (San Justo), Felipe Michlig (San Cristóbal) y Raúl Gramajo (9 de Julio). El jefe del Estado provincial estuvo en la reunión junto al ministro de Obras Públicas, Lisandro Enrico.
Durante el encuentro se repasaron las acciones establecidas desde la provincia a través de distintas vías ante la paralización -hace casi un mes- de la obra. «El gobernador avaló todo lo actuado y nos brindó el respaldo irrestricto, como también de todo su equipo, para seguir peticionando a la Nación por su reactivación», dijo el presidente provisional del Senado y presidente del Comité Provincial de la UCR al explicar en la Cámara el contenido de la reunión. Agradeció «la excelente predisposición del gobernador y el ministro para abordar inmediatamente este tema en particular que tanto nos preocupa», agregó.
La reunión de los cuatro senadores en la sede del gobierno santafesino es consecuencia de otra anterior con autoridades nacionales del área de obras públicas, donde se ha tomado la decisión de paralizar la obra. «Rebotamos», fue la sintética expresión de uno de los participantes del reclamo ante la administración del presidente Javier Milei. En el Ministerio de Economía de la Nación solo se mostraron las dificultades para que se reanude la inversión: las empresas contratistas ya se han retirado.
Dolzani dijo desde su banca que la obra había creado puestos de trabajo que se han perdido, e indicó que hubo unos 100 despidos debido a la falta de pagos del Estado Nacional. Gramajo señaló que «esta es la obra magna de la Nación en nuestra provincia porque es la de mayor costo, comprende 4 departamentos para beneficiar a más de 150 mil habitantes. En nuestro departamento 9 de julio será de gran utilidad porque sortearíamos los vaivenes del Río Salado, en donde dependemos del agua que dejan pasar desde Santiago del Estero», explicó. Y repitió una de sus expresiones favoritas: «no pedimos super autopistas ni rascacielos… Apenas agua potable».
El Senador Borla remarcó «la importancia histórica de esta obra para sus respectivas localidades, ya que fundamentalmente se trata de una obra que genera la posibilidad de igualar un derecho, como es el acceso al agua potable, así como también el impacto económico que genera por la generación de fuentes de trabajo y el esquema de fortalecimiento en las economías regionales».
Características
El proyecto comprende la construcción de nueve estaciones de bombeo a lo largo de más de 360 kilómetros de cañerías. Las bombas instaladas serán suficientes para cumplimentar el horizonte de diseño de los próximos 10 años. En cuanto a las obras civiles, se construirán las instalaciones necesarias para instalar equipos de bombeo con un horizonte a 30 años.
La planta potabilizadora será de alta tasa con una capacidad hidráulica de 600 litros por segundo. Además, se construirán las dependencias necesarias para su correcto funcionamiento, como ser un laboratorio, cisterna de agua tratada, estación de bombeo, sala de control y oficinas. La misma se ubicará en un predio sobre la Ruta Provincial N°39, en adyacencias al cruce con la Ruta Provincial N°1.
Además, la obra contará con un sistema de telesupervisión y control en el cual se van a transmitir y recibir datos a través de fibra óptica que controlará íntegramente en forma local y/o remota los mecanismos que hacen al funcionamiento del acueducto.