Los casos fueron en Chascomús, Neuquén, Santa Fe e Ingeniero Budge. Desde el Observatorio «Ahora que sí nos ven» advirtieron que en 2019 hubo 223 femicidios.
Cielo López, de 18 años, fue encontrada descuartizada en una zona de espigales en Neuquén. Cecilia Burgadt de 42 años, fue a trabajar a un hospital de Santa Fe y nunca volvió. La policía confirmó que su expareja la asesinó a golpes y la dejó maniatada en una casa. Vanesa Caro, de 38 años, fue prendida fuego por su exesposo delante de sus cuatro hijos en Ingeniero Budge. Después de luchar por su vida durante seis meses, murió por la gravedad de las heridas este domingo. Navila Garay, una adolescente de 15 años, desapareció después de ir a la casa de un vecino. Casi una semana después hallaron su cuerpo enterrado en una quinta de Chascomús. La autopsia determinó que la mataron de 17 mazazos en la cabeza. Los cuatro casos ocurrieron en el último fin de semana. En solo 48 horas, las estadísticas de violencia machista volvieron a encender las alarmas.
«Estos hechos no son casos aislados. No las encuentran muertas, son víctimas de un sistema patriarcal que nos mata todos los días«, detallaron a TN.com.ar desde el Observatorio «Ahora que sí nos ven».
La presidenta de la organización, Raquel Vivanco, sostuvo que estos cuatro femicidios se suman a los más de 223 que relevaron en lo que va del año.
En ese sentido, desde el observatorio cuestionaron la pasividad del Gobierno para tomar iniciativas concretas. «Seguimos gritando #NiUnaMenos y seguimos exigiendo más y mejores políticas públicas. No alcanza con el 144. Necesitamos un ministerio que esté en la mesa chica peleando un presupuesto digno para impulsar acciones que puedan frenar la violencia de género», concluyó la líder de la organización a este medio.
Salió de su casa en Neuquén y la descuartizaron
La localidad neuquina de Plottier fue el escenario del femicidio de Cielo López, una adolescente de 18 años que estaba desaparecida desde el jueves pasado. Este domingo, dos pescadores de la zona encontraron su cuerpo descuartizado entre los espigones del río Limay.
La última vez que vieron a la víctima fue el 12 de septiembre a la noche, cuando salió de su casa. Desde entonces no supieron más nada de ella. Al no tener novedades sobre su paradero, su familia radicó la denuncia en la Comisaría Séptima de la ciudad.
Este domingo al mediodía, los pescadores hallaron sus restos flotando en una zona del río donde no hay correntada. Los peritos, a su vez, encontraron algo de ropa detrás de una roca. Todavía no hay ningún detenido por el caso.
Su expareja la mató a golpes
María Cecilia Burgadt era una enfermera de 42 años, que trabajaba en un hospital público de Santa Fe. Tras cumplir con su horario de trabajo, el viernes pasado se fue hacia su casa.
El sábado, las autoridades se encontraron con una escena sangrienta: el exmarido de la mujer la había matado a golpes en una casa al norte de esa ciudad. Su cuerpo estaba maniatado.
La policía local localizó a su expareja y descubrieron que tenía en su poder el auto Volkswagen Gol de la enfermera. Al no poder justificar por qué tenía es vehículo, se quebró y confesó el crimen.
Prendió fuego a su exesposa delante de sus cuatro hijos
Vanesa Caro, de 38 años, fue atacada por su su exmarido delante de sus cuatro hijos, todos menores de 10 años, en marzo. El agresor le tiró alcohol, le puso la traba y la prendió fuego en su casa de Ingeniero Budge, en Lomas de Zamora.
«Mi papá vino loco», detalló el hijo mayor, que presenció junto a sus hermanos la brutal escena. Desesperados, los chicos fueron a pedirle ayuda a uno de sus tíos, que llegó de inmediato para socorrer a la víctima.
Vanesa sufrió quemaduras en el 70% de su cuerpo. Desde ese día, estuvo internada de gravedad varios meses y luego fue trasladada a su casa para continuar un tratamiento ambulatorio. Pero no resistió: este domingo murió por una dificultad con la traqueotomía.
El exmarido de la víctima, Leonardo Víctor Zeniquel, había quedado detenido en una primera instancia por «lesiones graves en contexto de violencia de género». Ahora, la Justicia cambió la carátula por «femicidio».
La mataron de 17 mazazos y la enterraron en una quinta
La familia de Navila Garay, de 15 años, estaba desesperada. Desde el 10 de septiembre, no sabían nada de ella. Lo último que sabían de ella era que se había tomado un remis hasta la casa de Néstor «Lito» Garay, un vecino de 51 años, en Chascomús. El chofer declaró que ese hombre le había pagado el viaje y que la joven había entrado a su domicilio.
Sin embargo, cuando la policía fue hasta esa propiedad, no encontraron a nadie. La preocupación en el círculo íntimo de Navila se intensificó. Sin tener rastros de su celular, iniciaron una exhaustiva búsqueda en la localidad bonaerense.
El aviso de la dueña de una quinta del barrio fue clave para resolver el caso: el cuerpo de la adolescente estaba enterrado en su jardín, tapado de leña y ramas. Néstor Garay le había pedido permiso a la propietaria para enterrar «un perro». Pero la mujer se dio cuenta de que el hombre había utilizado un sector mucho más amplio y advirtió a los investigadores.
La autopsia determinó que Navila fue asesinada de 17 mazazos en la cabeza. A su vez, aclararon que no presentaba signos de abuso sexual. Con respecto a la escena del crimen, las autoridades subrayaron que fue en esa misma casa de fin de semana, ya que había manchas de sangre.
En su declaración, el detenido – y único sospechoso del femicidio- argumentó que la mató porque la adolescente lo había extorsionado. En su versión, sostuvo que la chica le había dicho que lo iba a denunciar por abuso sexual si no le paga una cierta cantidad de dinero, que él no tenía.
La familia de la víctima no tardó en desmentir esta teoría y apuntaron contra el arrestado. Tanto el tío como la madre de Navila sostuvieron que Néstor «acosaba» a la adolescente y que era conocido en la zona de «regentar» mujeres. Mientras tanto, el hombre sigue detenido.
FUENTE: TN