INFORME DE ECONOMÍA Y NEGOCIOS 01/06/2012

Se necesita un ministro, presentarse Balcarce 50

El mes de mayo termina con una exacerbación en la calle, cacerolazo, incertidumbre, falta de dólares y proyecto pesificador. En medio de todo este escenario, no se vislumbra el ministro que conduzca la pesificación.

En el mes de mayo el dólar oficial siguió siendo objeto de deseo, posibilidad que no permitieron los controles de la AFIP, más cierta discrecionalidad en el permiso para ser adquirido. Con un dólar oficial que cotiza a 4,50 pesos por dólar, versus un dólar blue que lo hizo en torno de los $ 6,00 por dólares, el incentivo a conseguir una moneda extranjera a un precio tan bajo se hace irresistible.

Si miramos el mundo, notamos que los problemas financieros en Europa lejos están de resolverse. Estados Unidos se convierte en patrón, las inversiones vuelan a la calidad, el dólar a nivel mundial está en su máximo, los bonos de tesorería americano rinden el 1,5% mostrando que los activos americanos son el mejor resguardo de valor.

La crisis europea relegó de la lista de refugio al oro, que a pesar de sus virtudes cotiza por debajo de los 1.600 dólares la onza troy. El petróleo, que llego a valer 120 dólares el barril, hoy cotiza en 85 dólares el barril. Las materias primas agrícolas han descendido, pero aún se encuentran en niveles altos, aunque la soja bajo del mítico nivel de los 500 dólares. Por si todo esto fuera poco, los chicos de la punto com se hicieron una fiesta con los que compraron Facebook, se coloco en el mercado a 38 dólares, y hoy vale menos de 30.

Esta crisis internacional hizo que los países americanos vieran devaluar sus monedas y el riesgo país en suba. Así el peso mexicano vale más de 14,00 y el real por encima de 2,00. Esto nos lleva a pensar que en algún momento el dólar oficial debería ubicarse cerca de 4,80-5,00 para poder mantener la competitividad con los países vecinos, y no perder mercados en el mundo.

Mientras el gobierno sigue en el debate interno, de cómo enfrentar los problemas derivados de la pesificación argentina, los exportadores demoran las ventas, ya que a un precio de 4,50 no es muy rentable exportar productos al exterior. El gobierno ve esta situación como una amenaza, y arenga a vender la soja retenida, y que la gente no apueste al dólar.

Sin embargo, el público comenzó a sospechar que algo no anda bien en el gobierno. La compra de dólares volvió a ser el deporte nacional. Los que no consiguen en el mercado oficial, lo buscan en el informal, con una brecha exagerada del 25%. El mercado está descontando que pronto el dólar oficial debería estar en 5,00, y que una brecha con el blue del 15% sería algo normal, entendiendo que la compra de dólares no se repondrá en forma inmediata. Esto nos daría un dólar blue o marginal de 5,75. Con este razonamiento (que es una mera proyección) tampoco el precio de 6,00 sería atractivo para comprar, pero la incertidumbre es tan alta que igual la demanda no cede.

¿Que se necesita para llevar tranquilidad? Muy sencillo, se necesita un plan y un ministro que lo lleve adelante. La presidenta de los argentinos es la máxima autoridad del país, pero no puede cargarse todos los problemas de la Argentina. En materia económica, los operadores necesitan una referencia de un plan y un ejecutor. En la actualidad el rol del Ministro de Economía es inexistente, nadie sabe donde esta Hernan Lorenzino. También se conocen los desacuerdos entre Guillermo Moreno y Ricardo Echegaray. Se sabe, en la trastienda que al viceministro Axel Kicillof le encantan los tipos de cambios múltiples, pero a la presidenta no la convence. Entonces, al pregunta obligada es, ¿Quién es la referencia o referente económico en este gobierno? ¿Cuál es el plan y quien lo ejecuta?

Creemos que en la medida que el gobierno no explicite un plan económico, sea pesificador o no, la incertidumbre no cederá. Se necesita un plan que marque pautas de equilibrio fiscal y balanza comercial positiva, como era en los primeros años de 2003 a 2006, si esto ocurre, las incertidumbres económicas se disiparan en forma inmediata, la inflación retrocederá varios pasos y los actores económicos se sentirán más confiados en producir y no en especular.

El problema no es el dólar, la gran incógnita de los argentinos es que no saben qué hacer con el peso, ya que con una inflación del 10% para los primeros 5 meses del año, la pérdida de poder adquisitivo es muy alta. Un plan y un profesional o político que lo ejecute es la salida a esta crisis. Definitivamente, se necesita un ministro, presentarse urgente en Balcarce 50.