La ex vicegobernadora les envió una carta a dirigentes del peronismo santafesino para anunciar que no se presentará como postulante a la gobernación santafesina y criticó que el Justicialismo no haya podido lograr la unidad en la provincia.
María Eugenia Bielsa, una de las principales electoras del peronismo en la provincia, no será candidata a gobernadora en las elecciones que se desarrollarán durante el presente año. Así lo manifestó la ex vicegobernadora de la provincia y ex concejal de Rosario en una carta que les envió a los principales dirigentes del peronismo santafesino.
En la misiva, la arquitecta afirmó que el PJ no logró la unidad que ella reclamaba y por ende no desarrolló «las acciones necesarias para enfrentar una contienda con los apoyos que una candidata necesita”.
La extensa carta de Bielsa incluye varias críticas a sectores del peronismo provincial con los que ya se había enfrentado cuando renunció a su banca de diputada provincial, tras haber sido la electora que más votos había sacado. Y apuntó -aunque sin decirlo- al grupo de diputados del peronismo que responde al presidente de la Cámara de Diputados provincial, Luis Rubeo.
“Puse el 50 por ciento”, sentenció María Eugenia en la carta, en alusión de que los dirigentes peronistas no cumplieron con el porcentaje restante.
La carta se publicó esta tarde, a solo cuatro días del cierre de la presentación de listas en la provincia -cierra el viernes próximo- para participar en las internas abiertas del 19 de abril.
Con la baja de Bielsa, el PJ debe definir en los pocos días que le quedan las precandidaturas y también si consiguen la unidad que pedía la arquitecta o si deciden ir por separados. Por lo pronto, Alejandro ramos -el secretario de Transporte de la Nación-, Omar Perotti y Bussato, son los nombres que aspiran a presentarse a las próximas elecciones para gobernador.
El texto completo del comunicado de María Eugenia Bielsa es el siguiente:
“Creo que ha llegado el tiempo para que, quienes hemos conservado valores doctrinarios, hemos compartido posiciones y me han acompañado, de una u otra manera, conozcan por mí la cronología de la negociación para ser candidata a la gobernación. Usaré la primera persona porque me hago cargo de cómo se ha llevado adelante. Desde mi naturaleza y dadas las condiciones preexistentes, ha sido la mejor posible.
“Es por esto que les escribo este texto al grupo de compañeros que respeto, a quienes deseo informar de modo personal, y evitar así que voceros o medios ‘destrocen‘ lo que pienso.
«Empecé a trabajar por la candidatura a gobernadora en la campaña de 2011. De esa, nos quedó únicamente la lista de diputados. Trabajé fuertemente para tratar de ganar esa elección y tengo una profunda gratitud por quienes participaron en sus territorios. Y la ganamos con 28 diputados y 11 senadores. Fue toda una oportunidad para ir por el gobierno provincial, fijando agenda, haciendo fuerte oposición y otorgando gobernabilidad real, nunca docilidad cómplice disfrazada de gobernabilidad. Sin embargo, regalamos la iniciativa.
«Después pasó lo que pasó. Un año sometida a la expoliación y al pillaje: ni Presidencia de la Cámara, ni Presidencia de Comisiones, ni la palabra para defender ideas, ni el tratamiento respetuoso hacia mis leales compañeros de bloque, ni la posibilidad de saber en qué se gastaban los cuantiosos recursos de la Cámara con la pretensión de que los avalara con mi firma. De más está decir que no los avalé.
«Hubo compañeros que se identificaron con la ilusión progresista “versión santafesina” de la socialdemocracia, que luego se encontraron con un gobierno de malos burócratas, que destruyeron años de meritocracia provincial, con un gobierno sospechado incluso de pactos criminales y donde la cámara de diputados -con mayoría justicialista- escuchó impávidamente las denuncias de madres con hijos muertos por la narco-guerra, dejando pasar a sus responsables silenciosamente.
“El pacto de muchos diputados con el socialismo, la negativa a votar leyes que favorecieran a nuestros intendentes y presidentes comunales -por lo tanto a la mitad de los santafesinos por ellos gobernados-, más la oprobiosa y mansa aceptación del tramposo veto propositivo de la ley de emergencia en seguridad, se coronó -luego- con el arrebato de una banca que le correspondía a nuestro espacio.
“No obstante, a fines de 2013 planteamos la necesidad de la unidad, en procura de que prevalezca la política por sobre los acuerdos de partes. Nuestros compañeros hablaron con los distintos sectores y, salvo excepciones honrosas, no obtuvimos respuesta en general. Hemos llegado a sentir vergüenza de la conducta de algunos diputados apurados por votar condiciones desfavorables en el sistema electoral con total naturalidad.
“Desde el mes de mayo de 2014 empecé a mantener reuniones a pedido de distintos actores del gobierno nacional. Siempre expresé la clara vocación de representar al peronismo, ideología que abrazo aún sin ser afiliada al PJ.
“Mis chances personales en las elecciones de gobernador y la necesidad de implementar acciones que me potenciaran como candidata, y convocar y fortalecer a todo el peronismo -es decir, en todas sus expresiones- y sus aliados políticos, gremiales y sociales se reflejaron en ocho puntos que nos permitieran disputar la contienda con dignidad; transmitiendo nuestro proyecto; comprometidos en la verdad y la ética; y decididos a hacer lo que hay que hacer en Santa Fe, lo que se debe hacer por los santafesinos y no por sus dirigentes.
“Garanticé el 50% con mi decisión y planteé el 50% que debía ofrecer el resto: respeto por la voluntad popular; vocación de poder para gobernar, no para colocarse en el sitio más cómodo (la Cámara de Diputados); necesidad de que todos los sectores estuvieran representados por sus mejores militantes en la lista; la obvia posibilidad de elegir mi compañero o compañera de fórmula; el empoderamiento de los actores territoriales (presidentes comunales e intendentes); la participación en las estrategias de campaña; franca definición del gobierno nacional respecto de nuestros adversarios políticos; y una señal clara de que no existe más lugar para estafas al electorado santafesino, sancionando a quien lo hizo posible como forma de recuperar la autoridad partidaria.
“La unidad (que es de ideas, de sueños, de valores, de imperativos de conciencia y consistencia política) no se ha podido lograr -ni a seis días del cierre de listas-, y las “acciones necesarias” para enfrentar una contienda con los apoyos que una candidata necesita tampoco. Unidad en la acción, sólo de eso se trata.
“He intentado ser candidata para representar en Santa Fe los mejores valores del proyecto nacional -justicia social, independencia económica y soberanía popular-, al que adherí por su similitud transformadora con el período 45-55-. He intentado representar al peronismo en su mejor versión reconociendo a todos -amplia y generosamente-. He asumido todas las gestiones que se me propusieron para lograrlo. He guardado un silencio prudente, no contestando agravios, para no lastimar ninguna posibilidad de acuerdos. Entendí que éste era mi rol. Puse mi 50%.
«No tengo dudas de que somos capaces de ganar con lo nuestro.
“Espero que sepan entender la decisión. Ganar requiere de programas, planes, propuestas, entusiasmo, alegría, fortaleza, convicciones, todos colectivos. Pero no cabe la ingenuidad. ¡Que no me pidan que vuelva a presentarme para beneficio de quienes hicieron de la derrota su mejor negocio! Sería darle continuidad al desastre que hoy nos gobierna. Deberán los responsables hacerse cargo de toda la cronología.
“El agradecimiento permanente a quienes de diferentes modos compartieron este tramo del camino conmigo. María Eugenia Bielsa. 09 de febrero de 2015”.