Tenía 24 años. Se efectuó un disparo en la cabeza, frente a su casa cuando regresó del río. Tras su deceso, su familia decidió prolongar su vida, donando los órganos.

Fue este domingo, cerca de las 20 horas, cuando la ciudad se conmocionó ante la noticia de que un joven, de 24 horas, se encontraba en grave estado tras presentar un disparo en la cabeza, con un revolver calibre 38.
En principio la fiscalía caratuló el hecho como tentativa de suicidio, sin descartar la posibilidad de que un tercero haya estado involucrado. La duda se disipó cuando los análisis de dermotest arrojaron positivo los rastros de pólvora, determinando que él mismo se había disparado.
Su estado era crítico y reservado, estando hospitalizado en la ciudad de Rafaela donde falleció.
La familia del joven decidió hacer la donación de órganos por lo que este martes por la mañana se concretó la misma en el
Hospital Jaime Ferré. El operativo de resguardo de los órganos fue coordinado por Alfredo Fessia, responsable SIES 107 de la Región II.
Personal del CUDAIO, desde horas de la noche del lunes, donde se llevó adelante los controles de rigor para determinar entre otras cosas la ausencia de enfermedades infectocontagiosas en el joven donante y la viabilidad de tan importante procedimiento, que requiere la concreción de diversos estudios previos. La ausencia de energía eléctrica en el hospital habría demoró todas estas instancias previas y como consecuencia de esto la práctica de la ablación.
En aviones sanitarios se realizó el traslado de los órganos.