La investigación se originó con dos denuncias que realizaron asesores letrados del Consejo General de Educación ante el Juzgado en lo Criminal y Correccional de Tercera Nominación, que abarcaban a 47 personas sospechadas de la maniobra delictiva.

Los maestros decían estar enfermos y así mantenían sus salarios pese a no ir a clases. Tas la investigación a al menos 24 docentes, las licencias cayeron a 70 por día, cuando el promedio antes del escándalo era de alrededor de 200.

Al menos 24 docentes de la provincia de Santiago del Estero fueron imputados ante la sospecha de haber presentado certificados médicos apócrifos por enfermedades que no habrían padecido con el objetivo de cobrar el salario por los días que no trabajaron.
La investigación se originó con dos denuncias que realizaron asesores letrados del Consejo General de Educación ante el Juzgado en lo Criminal y Correccional de Tercera Nominación, que abarcaban a 47 personas sospechadas de la maniobra delictiva.
El juez Darío Alarcón amplió ayer una primera imputación por presunta defraudación calificada y falsificación de instrumento público y se elevó a 24 la cantidad de educadores de distintos niveles que deberán responder al requerimiento del fiscal de instrucción, Julio Vidal.
Fuentes vinculadas a la investigación dijeron que sólo una de las acusadas está privada de su libertad y aye fue indagada, oportunidad en la que se proclamó inocente de los cargos que se le atribuyen.
En tanto, ya ingresaron en la Justicia varios pedidos de eximición de prisión por parte de los docentes que se encuentran bajo investigación.
Por efecto de esta situación, la cantidad de pedidos de licencia por razones de salud en Reconocimiento Médico para el sector docente cayó a 70 por día, cuando el promedio antes del escándalo era de alrededor de 200.

FUENTE: La Razón