Un año sin Alberto Fernández

Fue visto por última vez el 13 de enero del 2013. Desde entonces nada se sabe de él. Rastrillajes negativos, marchas en reclamos para intensificar la búsquedas son los ribetes de la agonizante incertidumbre que sufren día a día sus familiares.

Alberto Fernández es un vecino de la ciudad de Tostado que desapareció de la cotidianidad que lo rodeaba.

El 13 de enero de 2013 fue visto por última vez. Su rutina era conocida por sus allegados y familiares. Visitaba a sus amigos y hermanos, para luego regresar a su solitaria vivienda. Su circuito no sobrepasaba las 15 cuadras.

Desde la denuncia motorizada por sus hermanos, la justicia dictaminó los tradicionales procedimientos de búsqueda que contempló los rastrillajes en tierra y por agua.

La policía recibía llamados que lo ubican en Fortín Inca, Villa Minetti, Antonio Pini, y así una lista de lugares que finalmente eran negativos.

El 20136 fue intensamente doloroso para los familiares de Alberto Fernández. Tuvieron que hacer reconocimientos de prendas en diversas oportunidades pero nada tenía que ver con ese hermano, tío, desaparecido.

Vinieron las marchas, la incansable presencia de María en la radio, llorando la ausencia de su hermano, rogando para que se lo busque.

A un año nada se sabe de él. Se tomaron declaraciones entre quienes lo sabían frecuentar y hasta hubo sospechas sobre uno de sus conocidos pero lo cierto es que Alberto no aparece, nada se sabe de él.

El despertar para su familia trae consigo la esperanza de saber qué pasó, pero la noche la desolación y el llanto de tenerlo. Un año de dolor…un año sin Alberto.