El método fue desarrollado por el doctor Julio Maiztegui en la Argentina y sirvió para curar a la española contagiada Teresa Romero.
La subdirectora general de la Organización Mundial de la Salud, Marie Paule Kieny, anunció en la reunión realizada en Ginebra para organizar el plan de acción contra el ébola que, mientras se ponen en marcha pruebas clínicas para probar la seguridad y eficacia de potenciales vacunas contra el ébola, empezará a utilizarse en Liberia plasma sanguíneo de pacientes ya recuperados para tratar a los enfermos.
Este método fue desarrollado en la Argentina por el doctor Julio Maiztegui, que en 1971 demostró que se reducía la mortalidad de la fiebre hemorrágica argentina del 30% al 3% si antes del octavo día del contagio, los afectados eran tratados con plasma de personas que sobrevivieron al ataque de la enfermedad, informó el diario La Nación.
En los últimos meses, los técnicos e investigadores del instituto Maiztegui transfirieron a la OMS la tecnología y los protocolos para la producción del llamado «plasma hiperinmune», que consiste en un concentrado de anticuerpos de personas cuyo sistema inmune se defendió exitosamente de la infección.
«Esperamos que en las próximas semanas ya haya instalaciones en Liberia para recolectar la sangre, tratarla y procesarla para su uso», dijo Kieny.
Este tratamiento fue usado en la sanitaria española Teresa Romero, ya recuperada del virus, a la que se le suministró plasma sanguíneo de la monja guineana Paciencia Melgar, que se contagió cuando trabajaba en el hospital San José de Monrovia (Liberia).
El brote que se registra en Guinea Conakry, Sierra Leona y Liberia es considerado el más grave de la historia de la enfermedad y ya causó la muerte de más de 4500 personas. El virólogo argentino residente en París, Pablo Goldschmidt, recomendó este método hace meses.
FUENTE: TN