Así lo manifestaron los internos que compartían con Manuel Díaz su estadía tras las rejas. Formalmente la Alcaidía se encuentra intervenida por el Servicio Penitenciario provincial.
Las sospechas de los investigadores de que la mayor de las dos hermanas Díaz podría también haber sido víctima de abuso sexual parecen confirmarse tras los episodios de la semana pasada, cuando Manuel Alcides Díaz, padre de ambas, logró bajo engaño hacer que la menor de ellas fuera llevada hasta su celda, en la Alcaidía de la Unidad Regional XIX del departamento Vera.
El episodio suscitado el miércoles pasado a primera hora de la mañana derivó en una causa por coacciones e incumplimiento de los deberes de funcionario público que terminó con la madre y la hermana de Díaz tras las rejas (ver aparte) y seis policías pasados a disponibilidad. Pero además, surgieron declaraciones de internos que relataron que mientras duró el cautiverio de Díaz se produjeron hechos aberrantes.
Visita íntima
Aunque no fue oficialmente confirmado, porque se trata de una investigación en trámite, fuentes del caso deslizaron que en la Alcaidía existía una habitación equipada con un sommier nuevo, un televisor tipo plasma y un split de la que Díaz hacía uso los días de visitas íntimas.
Tal habría sido el margen de promiscuidad en el que se desenvolvía el preso vip, que algunos internos llegaron a pedirle a sus familiares que no fueran más a visitarlos para no hacerlos pasar por semejantes hechos desagradables.
Por otra parte, la versión señala que los encuentros íntimos entre la joven de 17 años, que actualmente se encuentra a disposición de la Justicia de Menores de Reconquista, y su padre, se producían luego de que se retiraban de la celda la madre y la hermana del preso.
También se cree que algunos presos sin escrúpulos facilitaban su celda a Díaz para mantener los encuentros privados, y luego en compensación éste entregaba a la menor a quienes lo favorecían.
Omisión y complicidad
Las denuncias, por ahora en etapa de investigación, cuentan con un fuerte contenido de omisión y hasta de complicidad de los funcionarios asignados a la custodia de los presos provinciales.
Actualmente el Ministerio Público de la Acusación de Reconquista abrió una causa por las presuntas coacciones de familiares y por el mal desempeño de funcionarios, no obstante todavía no se ha fijado fecha de audiencia imputativa para los sospechosos en el último de los casos.
Como consecuencia de las irregularidades detectadas, la División de Asuntos Internos de la Policía abrió un sumario interno por el cual se determinó el pase a disponibilidad de seis los agentes involucrados. Cabe recordar que la semana pasada el ex empleado del Servicio Público de la Defensa, Manuel Alcides Díaz, acusado por la violación reiterada de su hija menor de edad, se contactó con la víctima en su celda a quien amenazó para que cambie la denuncia en su contra.
Imputaron a la madre y a la hermana
Juana Margarita Zárate y Liliana Díaz, madre y hermana de Manuel Alcides Díaz, respectivamente, fueron imputadas ayer por los delitos de amenazas coactivas y de sustracción, retención u ocultamiento de una persona con el fin de obligarla a hacer algo contra su voluntad, triplemente agravado, en concurso real, todo ello agravado por la intervención de un menor de 18 años, informó la Oficina de Prensa del Ministerio Público de la Acusación.
Así lo resolvió el juez Mauricio Martelossi, luego del pedido realizado por el fiscal Martín Gauna Chapero en la audiencia imputativa realizada en la Oficina de Gestión Judicial de Vera.
Las dos mujeres quedaron privadas de su libertad al menos hasta mañana que se realizará la audiencia de prisión preventiva, en la que Gauna Chapero solicitará medidas necesarias para asegurar la correcta investigación y la presencia de las imputadas al momento del juicio oral. Por su parte, la hija mayor de Díaz, una adolescente que estaba bajo su guarda fue puesta a disposición de la Justicia de Menores.
Las imputaciones a las dos mujeres se produjeron a raíz de lo ocurrido la semana pasada en la alcaidía de Vera, cuando la hija menor de Díaz fue obligada a ingresar a la celda en la que está alojado su padre, quien la intentó convencer para que cambiara su declaración judicial en la que lo sindica como autor de reiterados y sucesivos abusos sexuales desde que tenía cinco años. El fiscal entiende que la madre y la hermana de Díaz, junto a la otra hija del imputado pergeñaron un ardid para engañar a la víctima y enfrentarla, nuevamente cara a cara, con su padre abusador.
Zárate y Liliana Díaz quedaron alojadas en la alcaidía de Vera, recientemente intervenida por el Servicio Penitenciario de la provincia.
La intervención
El coordinador en Seguridad del Nodo Reconquista, Rolando Galfrasconi, fue cauto en cuanto a la denuncia de incesto atribuido a Manuel Díaz, y si bien reconoció que “es una versión” aclaró que “no está comprobado”. En cambio afirmó que los familiares “tenían la facilidad para entrar en cualquier momento y a cualquier hora con mercadería”. “Eso lo cuentan internos y está en la declaración de las víctimas, porque si no no podés encontrar las cosas que encontrás” en cada requisa, cuestionó.
Galfrasconi confirmó a su vez que “la alcaidía formalmente está bajo la dependencia funcional del Servicio Penitenciario de la provincia, a cargo del subalcaide Adrián Ortiz oriundo de la localidad de Vera y que estaba trabajando en la Unidad Penitenciaria de Santa Felicia, a 15 km de la ciudad”. Actualmente cuenta con “una división a su mando de 30 personas, que están operacionalmente a cargo de manera definitiva y autónoma de la alcaidía”.
Por último, el funcionario detalló que la menor y su entorno más cercano cuenta con custodia policial permanente, “especialmente seleccionada”, pero que mientras tanto se analiza incorporarlas al servicio de protección a testigo por un tiempo prolongado, al menos hasta la realización del juicio oral.
FUENTE: El Litoral