Un camarógrafo fue golpeado por registrar una entrega de bolsones. Tres gendarmes resultaron lesionados en San Pablo por militantes que habían quemado urnas. La Junta Electoral analiza la situación.

A las demoras en la apertura de las mesas, se le sumaron denuncias de irregularidades, agresiones y la quema de 40 urnas en todo el territorio tucumano en las elecciones a gobernador.
En una escuela de localidad Sargento Moya las autoridades electorales suspendieron la votación luego de que sujetos incineraran urnas, mientras que en la capital tucumana dos sedes partidarias de un postulante a la intendencia fueron baleadas.
En Sargento Moya, ubicado en el departamento de Monteros donde hay 558 electores, cuatro personas fueron detenidas, acusadas por la quema de dos urnas de la escuela Francisca Bazán Laguna, lo que obligó a la suspensión de los comicios y forzar una elección complementaria.
En la escuela Profesor Alfredo Cosson, ubicada en la zona sudoeste de la capital tucumana, un fiscal general del opositor Acuerdo para el Bicentenario (APB) hizo vaciar la urna número 959 que al parecer antes de la apertura de la votación ya contenía votos del Frente para la Victoria.
Algo similar ocurrió en el colegio Almafuerte, en el noroeste de la capital, donde los comicios empezaron con urnas cerradas, mientras que en otros establecimientos se produjeron cortes de luz que debieron ser solucionados por los efectivos de Gendarmería.
En Tafí Viejo aparecieron boletas falsas, con nombres apócrifos de candidatos a legisladores y concejales.
En la escuela Ramón Araujo, en el noreste de la capital, fiscales partidarios denunciaron que introdujeron una urna en uno de los baños del establecimiento.
En la escuela secundaria El Salvador, ubicada en el equivalente tucumano del Mercado Central de Buenos Aires, la votación se inició pasadas las 9 debido a la cantidad de fiscales partidarios.
Del aparato electoral forman parte todo tipo de vehículos particulares —autos, motos, camionetas, camiones y ómnibus escolares— y taxis, lo que volvió prácticamente imposible conseguir un taxi para trasladarse.
Pero también fue difícil llegar a votar, debido a los embotellamientos, lo que en algunos casos obligó a gendarmes a acompañar varios metros a ancianos e indicarles dónde debían votar, entre decenas de fiscales, punteros y otro tipo de movilizadores de votantes, a quienes según fuentes partidarias les pagaron entre mil y dos mil pesos por su «trabajo».
También se destacaron las ya «tradicionales» prebendas de cada elección en esta provincia norteña: los bolsones con alimentos y artículos de limpieza que se reparten en la víspera de la votación y durante toda la jornada electoral.
Camarógrafo golpeado
Jorge Ahualli, camarógrafo de CCC Noticias, fue brutalmente agredido cuando registró la entrega de bolsones cerca de una escuela en el barrio Echeverría.
La víctima había sido seguida y luego encerrada por dos hombres en motocicleta. Lo obligaron a descender del auto y lo golpearon frente a su esposa y a su hijo.
Los atacantes dejaron tirado al camarógrafo herido y se dieron a la fuga. Minutos después fueron detenidos y serían militantes del concejal Ramón Santiago “Cacho” Cano.
Ahualli permanece internado en el Hospital Centro de Salud, pero está fuera de peligro.
Graves incidentes en San Pablo
Un gendarme resultó herido esta noche cuando efectivos de esa fuerza reprimieron con balas de goma y gases lacrimógenos a punteros políticos que entraron a dos escuelas durante el escrutinio.
Hubo dos incidentes similares pasadas las 21.30 en Alberdi, 90 kilómetros al sur de esta capital, y en San Pablo, en el Gran San Miguel de Tucumán. El más grave fue en éste último, donde dos gendarmes más sufrieron lesiones.
La Gendarmería intentó dispersar a unos 400 punteros y simpatizantes políticos que, ante el rumor de fraude, ingresaron y quemaron cinco urnas de San Pablo, cuando eran trasladadas hacia la Junta Electoral.
Por su parte, el jefe de Gendarmería sostuvo que fue imposible controlar todo lo que sucedió.

FUENTE: Cadena 3