Madre mató a su hijo el domingo y ayer, sola, le dijo adiós en el cementerio de Bandera
A las 11, la gente despidió a Alejo, de apenas 3 meses. Cerca de las 14, custodiada, hizo lo propio su madre Micaela Díaz. Un sujeto declaró ser el amante de la joven.
Micaela lloró ayer en soledad, al contemplar la pequeña tumba en la que fue sepultado su hijo Alejo, de tres meses, asesinado por ella el domingo.
El gesto noble fue posibilitado por la jueza María Teresa, al frustrarse la indagatoria, debido a un interminable shock nervioso.
La joven permanece detenida desde hace 48 horas, acusada de matar al pequeño “porque no podía alimentarlo”, según Micaela.
Pese a su verdad, la magistrada citó a muchos testigos y éstos desfilaron ya por la policía de Bandera.
Mientras Micaela lamenta su propia culpa, ayer llegó el expediente al Juzgado de Añatuya.
En pocos minutos, asumieron su defensa la doctora Érika Fierro y Belén Gómez, por el novio de Micaela (también detenido), Juan José Herrera.
Indocumentada
De Micaela se sabe que le costó muchísimo aceptar su rol de madre, ya que consideraba a Alejo como un literal “invasor” y hasta generador de la pérdida de su libertad y también recursos.
Esta radiografía surgió de un análisis psicológico preliminar, al cual complementará ahora una evaluación psicológica.
La joven ayer temprano fue trasladada al Juzgado. Lloró tanto que la jueza suspendió la indagatoria.
En dos horas, un patrullero la llevó hasta el cementerio de Bandera.
Antes, una multitud había tributado el último adiós al bebito que mañana cumpliría 4 meses.
Tíos, abuelos, amigos y vecinos apesadumbrados despidieron al niño, sin llegar a comprender las causas de su deceso.
Testigos
Horas antes, declararon en la Comisaría de Bandera cuatro vecinas de Micaela y el adolescente que halló muerto a Alejo.
Nadie escuchó nada raro ni tampoco vieron el automóvil rojo en que Micaela dijo se llevaron a su hijo.
Por estas horas, la Justicia habría descartado un secuestro y todo se sitúa en la conducta de la joven de 18 años.
Micaela es indocumentada y apenas habría cursado el tercer grado de la Primaria.
Para los investigadores, la tragedia de Alejo quizá tendrá sentido al bucearse en la formación de Micaela, en algún posible trastorno, o bien en un amor oculto.
«Tenía una relación con ella y le daba plata»
El testimonio de un masculino mayor de edad, confirmó la teoría de un amante de Micaela, a quien ella dijo haber visto cuando sobrevino la tragedia.
Sin embargo, éste aclaró: “Esa noche no la ví. Fui a una carrera de caballos en Fortín Inca con mis amigos”.
Por lo tanto, señaló que no estaba en el escenario trágico. Consultado sobre su relación amorosa con la adolescente, habría subrayado: “Estuve con ella tres o cuatro días atrás. Acostumbraba darle plata, ya que tenía muchos problemas”.
Este romance forzó a la Justicia a requerir análisis de ADN, ante la posibilidad de que Herrera no sea el padre de Alejo, se supo.
Según el sujeto, “casi nadie sabía de nuestra relación. Pero jamás le sugerí nada respecto a su hijo”.
FUENTE: El Liberal