Los hermanos acusados por el homicidio de Maximiliano Enrique permanecerán detenidos. La fiscal interviniente remarcó el daño provocado sobre la familia de la víctima, en especial sobre la pequeña hija de Maximiliano.
En base a las evidencias recolectadas, la presunción de peligro de fuga, y entorpecimiento del proceso, el juez penal resolvió dictar prisión preventiva a los acusados por el homicidio de Maximiliano Enrique.
La medida derivó de la audiencia que se realizó este jueves por la mañana en la ciudad de Tostado.
En la sala se encontraban las figuras judiciales correspondientes –juez, fiscal, defensoras-, personal policial, los progenitores de los acusados, como también Walter Enrique, padre de Maximiliano, acompañado por una familiar. , Mariela y Walter Enrique.
El encuentro se vivió bajo una atmosfera de profundo dolor y tensión.
Walter, observó en silencio el ingreso de los hermanos acusados del asesinato, teniendo consigo fotos ampliadas de su hijo. En la sala también se encontraba la joven madre de Xiomara, una pequeña de 2 años de edad, hija de Maximiliano.
Con orden del juez, la audiencia comenzó con el relato de la fiscal interviniente, Dra. Emilse Fissore, acerca de los hechos ocurridos en la mañana del domingo 7 de septiembre, sobre calle 9 de Julio.
Secuencia de una tragedia
En la secuencia de los hechos, en base a las evidencias recolectadas, testimonios de quienes presenciaron el altercado y los testigos del lugar, la fiscal ubicó a los imputados en escena.
Tal cual lo precisó en la audiencia imputativa, Fissore indicó que Maximiliano Enrique aquel domingo, alrededor de las 06 hs., transitaba en motocicleta acompañado por Raúl Rumualdo González, y en otro rodado sus amigos O. M. y C. D.. Los jóvenes paseaban por la ciudad tras concurrir a un sitio bailable de la ciudad. En su paso, se cruzan con los ahora imputados, A.Y. y C.Y. quienes transitaban de a pie –uno por la verada y otro por la calle-. Fue así cuando el menor de los hermanos –C.Y.- los invitó a voces a pelear, arrojando sobre uno de ellos una piedra, alcanzando a golpear a O.M. en la mano. Esto hizo que ambos conductores frenaran la marcha y descendieran de los rodados. C.Y. huyó corriendo del lugar, hasta que en la esquina -9 de Julio y Saavedra- se subió a una motocicleta que lo socorrió y se escapó del lugar-. Detrás de él fue O.M. quien regresó al sitio del conflicto. Para entonces, A.Y. y González se habían tirado manotazos sin alcanzarse hasta que el imputado sacó un cuchillo tipo navaja con mango de madera –posteriormente secuestrada en la detención del acusado-. El mayor de los hermanos, le provoca un corte en el pecho a González, y lo intenta cortar por segunda vez, y alcanza su brazo, quedando el herido hacia atrás. En ese instante interviene Maximiliano Enrique quien actuó en defensa de su amigo; arroja una patada al agresor quien lo cortó en su pierna.
Con los dos jóvenes heridos, A.Y., también huye del lugar hacia la estación de servicio cercana.
El relato, se argumenta con las evidencias hasta ahora recolectadas: el testimonio de quienes estuvieron en el enfrentamiento, vecinos del lugar. Otro de los elementos aportados a la causa es el arma que se secuestró, la cual estaba manchada con sangre, siendo esta enviada a analizar para establecer coincidencia con el ADN de la víctima. Igualmente, en las evidencias científicas, se contempla la ropa de González y de Enrique, y del imputado A.Y. quien en su jeans tenía manchas de sangre, siendo este enviado a analizar.
En su fundamentación, la fiscal se alimentó del testimonio de un amigo de los detenidos quien manifestó la existencia de altercados anteriores. Este testigo, además, coincidió con otros al decir que en las redes sociales, puntualmente facebook, del lado de los imputados publicaron que “lo iban a encontrar y matar a apuñaladas”, en teoría hacia quien sufrió lesiones graves.
En base a todos los elementos aportados, y apuntando a las resultados que esperan obtener de evidencias recolectadas, y testigos que intentan identificar, la fiscal Fissore, le reiteró al juez la calificación que pretende en cada uno de los imputados. En el caso del mayor de los hermanos, A.Y., se lo acusa de Homicidio Simple y lesiones graves dolosas; y en C.Y. lesiones leves, y participe secundario.
En la acusación, la fiscal sostuvo que el acusado del homicidio, actuó conociendo y queriendo el resultado que obtuvo del enfrentamiento. Presumió además que el agresor tenía el arma consigo, aún en el momento en el que asistió a bailar. Acerca del otro detenido, sostuvo que “si bien no es posible aún precisar, existe la posibilidad de que C.Y. conociera la portación del arma, por lo que tras iniciar el enfrentamiento y salió corriendo, sabiendo que su hermano podía defenderse al estar armado y esto lo convierte en partícipe necesario en el hecho del homicidio”.
Por otro lado, en su pedido de que el juez dicte prisión preventiva a los acusados, remarcó que los agresores huyeron del lugar dejando a las víctimas sin asistencia, y sin pedir ayuda para ellos.
Dentro de los agravantes, subrayó “la víctima era padre de una niña de 2 años, Xiomara, es una niña que quedó sin su padre”, palabras que produjo un quiebre emocional, sobre todo en la madre de la pequeña que se encontraba en la sala, y conmovió a la mayoría de los presentes.
La defensa
A su turno, la defensa quedó dividida para evitar contrapuntos en los intereses de los detenidos: la Dra. Estrella Moreno, defensora regional, tomó a su cargo a A.Y., y la Dra. Romina Cristóbal, ofició a favor de C.Y..
Moreno desestimó que las manifestaciones en las redes sociales indiquen voluntad de matar, y afirmó “estamos convencidos de que no hubo dolo de matar. Este es un procedimiento cautelar; no se aplica ahora una condena”. Ofrecieron a su señoría, tres alternativas respecto a los imputados: la libertad, prisión domiciliaria –que se haría efectiva en una estancia en zona rural de la provincia de Buenos Aires, bajo el cargo de un tío materno-, o una prisión preventiva que no supere los 30 días.
Por su lado, Cristóbal desestimó un “plan para matar”, y no considera que su defendido haya aportado al homicidio, y se afirma en la falta de antecedentes penales.
La defensa coincidió al decir que no hay posibilidad de peligro de fuga ni posible entorpecimiento del proceso.
Resolución del juez
Tras los correspondientes descargos, el juez penal de Tostado, Dr. José Luis Troiano, dictó prisión preventiva sobre los dos imputados, tomó la calificaciones dadas por la fiscal interviniente, y consideró la existencia de peligro de fuga. “En caso de que los detenidos recuperen la libertad, estaríamos en la posibilidad de coacción con los testigos y testimonios faltantes”.
Además mencionó la posible condena en expectativa –en el caso de A.Y. de 8 a 31 años, y en C.Y. de 4 a 18- en cuyo sentido, serían determinantes al decir darse a la fuga.
Lo que sigue
Luego de la resolución tomada por el juez, los detenidos continúan en la alcaldía por el espacio de 60 días, tiempo en el que la defensa puede solicitar una nueva audiencia para evaluar la situación de la causa, como también la fiscalía puede convocar para la presentación de nuevas evidencias.
Marchas del dolor
El viernes se realizó una nueva movilización convocada por amigos de Maximiliano Enrique, a través de las redes sociales.
En esta oportunidad, asistieron tambien los padres de Maxi, Mariela y Maximiliano Enrique. Encolumnados detras de un pasacalle que rezaba por Justicia, alrededor de un centenar de personas marcharon alrededor de la plaza céntrica, en silencio, y con diversos carteles con fotos del joven.
Al llegar al centro del espacio público, Walter se dirigió a los presentes, agradeciendo el acompañamiento, y en especial la iniciativa de los amigos. Asimismo, se dirigió a quienes son padres, y expresó la necesidad de atender a los problemas de los chicos, no de minimizarlos, ni desatenderlos, sino intervenir en busca de mediar para evitar mayores conflictos, y subir los niveles de la violencia, hasta llegar a lo que pasó con Maxi.
Una nueva marcha se hará se realizará cuando se cumple un mes de la desaparición física de Maximiliano.