AÑATUYA
Brutal asesinato de joven rugbier: una patota le dio diez cuchillazos
Lo sujetaron entre tres mientras una cuarta persona le daba puntazos en el pecho y la cabeza. Sucedió en plena calle. La víctima, de 19 años, había salido en defensa de su hermano que estaba siendo agredido por los patoteros.
La violenta muerte a puñaladas de un joven rugbier causó gran conmoción en la comunidad, que en el amanecer del domingo de Pascuas recibió la noticia que enlutó no sólo a la familia de la víctima, sino a sus compañeros del Club Añatuya Rugby-Hockey, a la comunidad educativa del colegio religioso San Alfonso de Ligorio, a los integrantes de la academia de danzas “Jacinto Piedra” y a sus compañeros de trabajo en la zona rural, donde trabajaba para ganarse el sustento diario.
El hecho sucedió pasadas las dos de la madrugada de ayer. Según la investigación que llevan adelante la fiscal de turno, Dra. María Ganem, y el coordinador de la Unidad Fiscal de esta ciudad, Mariano Gómez, una discusión callejera con un hermano de la víctima y los agresores, devino en una posterior gresca que tuvo el triste final.
Franco Gabriel Cáceres, (19), “Toti” para todos sus conocidos, salió con sus amigos como frecuentemente lo hacía al centro de la ciudad, estuvo en una confitería con otro joven de apellido Palavecino, luego se trasladó a un Pool, donde jugó con amigos mientras transcurrían las primeras horas del domingo.
Según relató su amigo Palavecino, cerca de las 2 recibió un llamado telefónico de su hermano, que le manifestó que unos muchachos querían “pegarle”, y le indicó el lugar donde se encontraba.
Rápidamente Franco subió a su moto, y junto a Palavecino se dirigieron al lugar. Cuando llegaron a la calle San Miguel, esquina Alem, del popular barrio Colonia Osvaldo, encontraron a los jóvenes que supuestamente habían querido agredir a su hermano, aunque éste no estaba en el lugar.
En ese momento se originó una discusión entre ellos. Agresiones verbales de ambos lados. Aparentemente Cáceres preguntaba por su hermano y pedía explicaciones de por qué lo habían agredido o intentado agredir. Luego devino una andanada de golpes de puño entre Cáceres, Palavecino y los otros dos jóvenes que estaban en el lugar, uno de 16 años, que sería el supuesto autor material de las puñaladas, y un mayor.
A los pocos minutos, estos dos últimos se retiraron del lugar. Cáceres y Palavecino quedaron allí aguardando noticias del hermano, que supuestamente se encontraba en un cumpleaños a pocos metros de la zona.
Fueron a buscar ayuda
Cuando estaban por retirarse, llegó una moto en la que circulaban dos personas, el menor de 16 con quien habían tenido el altercado, el padre de éste, dos mayores más y un menor de 14 que lo hacía corriendo detrás de la moto.
Sin mediar palabras, otra vez comenzaron los golpes de puño, Palavecino se enfrentó a uno y Cáceres les hizo frente a tres, entre ellos el supuesto autor del crimen. Por su contextura física, Cáceres llevaba las de ganar, hasta que entre los tres lo agarraron sujetándolo fuertemente y el menor le aplicó puntazos con un cuchillo hasta herirlo mortalmente. Sentado sobre la moto, el padre del asesino observaba la escena, trascendió que instigaba a su hijo a que “lo acuchillara”.
Cáceres cayó al suelo. Los agresores huyeron y Palavecino llamó a los Bomberos Voluntarios para que auxiliaran a su amigo. Una vez trasladado al hospital fue atendido de inmediato por los médicos de guardia, pero no pudo reponerse de la lesión y falleció a los pocos minutos de ingresar.
Franco tenía heridas a la altura del corazón, dos en el abdomen, y excoriaciones varias en su cuello, también cortes en la cabeza. Personal de la Brigada de Investigaciones, comenzó los trabajos de rigor para dar con los agresores a minutos de ocurrido el hecho.
Por la mañana aprehendieron a seis personas, entre ellas el supuesto autor material, a su padre y otros tres mayores. También demoraron al menor de 14 años, hermano del supuesto autor del crimen. Además secuestraron el cuchillo empleado para el crimen.
FUENTE: El Liberal