Conmoción en Pozo Borrado por el robo a una anciana
Durante la madrugada, dos sujetos ingresaron al domicilio de una anciana de 82 años, la amenazaron, golpearon y se llevaron dinero. Los delincuentes mantuvieron a la anciana en la cama, presionada y cubierta con una cobija, dificultándole la respiración.
“Mi mamá me llamó llorando y me dijo: “hijo me asaltaron”. Salí desesperado y cuando llegué la encontré en su dormitorio, con el rostro ensangrentado y desconcertada”, contó esta mañana Elio Shiel, en el matutino periodístico de FM SOON.
Su mamá es Ana Urlich, una anciana de 82 años de edad que hasta esta madrugada -05:00 horas- vivía tranquila en su vivienda, en la localidad de Pozo Borrado.
Ocurre que dos sujetos ingresaron a su propiedad, luego de romper el vidrio de una ventana. “Mi mamá se despertó cuando alguien le saltó encima, la cubrió con la cobija y la sujetó de los brazos, presionando con una mano en su boca”, le confesó la madre a su hijo.
“Todo el tiempo le decían “la plata ¿dónde está la plata?, la plata…” es todo lo que repetían. A mi mamá le costaba respirar e hizo mucha fuera para intentar liberarse del sujeto que la apretaba. Cuando ella les dijo que la plata estaba en el bolsillo de un saco, otro tipo fue buscó y una vez que tuvieron lo que querían se fueron”, relató.
2.500 pesos fue el precio de la tranquilidad de la conocida abuela de Pozo Borrado; con ese monto los ladrones huyeron conformes con el botín.
Pero, la anciana quedó aturdida en su propio dormitorio, sin entender lo que había pasado, el por qué del salvaje ataque. En medio de su confusión logró llamar a su hijo, Elio Shiel a quien en medio del llanto, le logró decir que fue víctima de un asalto.
En horas del mediodía, la abuela continuaba desconcertada, temerosa.
Para las 09:00 horas, una comisión policial de la Unidad Regional XII, integrada por la Agrupación de Unidades Especiales y la sección Científica, lograron esclarecer el hecho. Luego de algunos procedimientos, se concretó la detención de dos masculinos, uno de 21 años y otro de 18, con las iniciales L.M. y L.B., respectivamente, ambos domiciliados en Pozo Borrado, recuperando la suma de 1.250 pesos que tenía cada uno.
Un dato
Si bien la abuela no pudo ver a sus agresores, le contó a su hijo que sintió un olor particular en las manos de quien la sujetaba.
“Eso debe tener que ver con algo de drogas -posiblemente los delincuentes tendrían el olor particular de la marihuana- porque mi mamá estaba sorprendida de la fuerza que tenía el tipo que la sujetaba”.
“Ahora no se como vamos a seguir. Mi mamá esta muy asustada y no creo que pueda retomar su tranquilidad”, concluyó.