Alejandro es albañil y está sin trabajo. Para rebuscarsela, corta el pasto. Habia conseguido para este miércoles arreglar el patio en dos viviendas pero, no pudo hacerlo por el hurto de su herramienta.

Era martes por la noche cuando Alejandro Cardozo se acostó con su pareja a descansar. Estaba tranquilo y feliz porque al otro día tenía «dos changas»: cortar el pasto.

Pasa que es albañil y dada la crisis económica, los trabajos menguaron fuertemente. Su padre, de San Cristóbal, le regaló la motoguadaña porque por su edad no la usa más y él le podría sacar provecho, teniendo un extra que sumar a la economía familiar.

No fue así.

Vecinos -de calle Independencia y Juan 23- lo alertaron de que 3 sujetos en motocicleta salieron huyendo llevándose la desmalezadora. Ellos que dormían escucharon ladrar los perros pero no pensaron que la razón era por la presencia de delincuentes que se adueñan de lo ajeno.

Sin pensarlo, Alejandro salió en su moto a ver si daba con los sujetos. No los encontró. Tal vez fue mejor.

Regresó a su hogar y se sentó a llorar de bronca. Se quedó sin poder trabajar, no esta vez,  sino de aquí en adelante.

Lejos de poder sumar unos pesos a su familia, que tanto hacen falta, tuvo que llamar para pedir disculpas y avisarle a quienes lo habían contratado que no podría cumplir.

No le robaron la motoguadaña, le robaron la posibilidad de trabajar.

Junto con su esposa, Alejandro espera que la policía encuentre su herramienta, o quizás, alguna persona honesta avise donde la puede encontrar.