El periodista y conductor de Dame Radio por LT9, Adrián Brodsky, realizó una ronda de consultas a médicos para conocer al detalle qué insumos, tecnología y cantidad de profesionales especializados se requiere para mantener una cama crítica, en un contexto donde la ocupación en las áreas de Cuidados Intensivos del sistema público y privado de salud provincial supera el 90%.
El periodista y conductor de Dame Radio por LT9, Adrián Brodsky, realizó una ronda de consultas a médicos para conocer al detalle qué insumos, tecnología y cantidad de profesionales especializados se requiere para mantener una cama crítica, en un contexto donde la ocupación en las áreas de Cuidados Intensivos del sistema público y privado de salud provincial supera el 90%.
«Una cama crítica tiene un respirador; un monitor multiparamétrico que mide diferentes parámetros de los pacientes como la frecuencia cardíaca, presión arterial, temperatura, frecuencia respiratoria, y puede agregar otros módulos de acuerdo a la necesidad y complejidad; bombas de infusión por donde pasa la medicación: suero, hidratación, antibióticos, sedantes, analgésico, etc.; y otras aparatologías que dependen también de la complejidad», sostuvo la presidenta de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, Rosa Reina.
Igual de importante que el equipamiento es el Recurso Humano, es decir, el personal idóneo para atender al paciente y manejar la aparatología. «En esto es fundamental el Recurso Humano, se depende mucho de la tecnología para el soporte de la vida, mientras las decisiones pasan por los trabajadores del equipo de terapia intensiva (médicos, enfermeros, kinesiólogos, nutricionistas, terapistas ocupacionales, psicólogos, personal de limpieza). Cada cama necesita todo este equipo y toda esta tecnología», destalló Reina.
«Luego se puede armar una cama en otro lado, ponerle un respirador, un monitor y una bomba de infusión, pero hay que tomar decisiones con esos pacientes, hay que cambiar el modo de ventilarlos con el respirador muchas veces en el día, no es que se programa como un lavarropa. Puede ser que en un momento requiera una forma de ventilación y a las horas, otro. Hay que estar muy atentos. Si le baja la presión hay que ponerle drogas, en cada cambio hay que pensar qué le está pasando a la persona, los pacientes son muy dinámicos y están siempre al borde de deteriorarse más porque son muy críticos», afirmó.
Por su parte, el presidente de Sanatorios y Clínicas de Santa Fe, Carlos Abraham, indicó: «Se necesita un establecimiento donde haya una instalación y paneles de oxígeno central, una cama ortopédica para terapia, un colchón especial inflable antiescaras, la ropa de cama, un respirador microprocesado de presión positiva, un monitor multiparamétrico, oxímetros, un equipo de laboratorio bioquímico permanente con guardias de 24 horas para hacer análisis, kinesiólogos especializados en respiración, enfermeras especializadas en el uso de la aparatología, bomba de infusión (una o dos por cama), un médico de guardia especialista en Terapia las 24 horas y un coordinador de esas guardias de la atención de los pacientes».
«La sala tiene que estar aislada con aire acondicionado para mantener temperatura constante, lámparas ultravioletas, y todos los elementos de limpieza especial de desinfección permanente con mucamas entrenadas en la esterilización», agregó.
Costo
La doctora Reina había asegurado en septiembre del año pasado en una nota con Infobae que en promedio, mantener una cama de terapia por día tenía un costo cercano de 48 mil pesos, dependiendo de la complejidad y el área del país.
En el mismo sentido, un estudio de costos correspondiente también a septiembre del 2020 elaborado por la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de la Provincia de Córdoba indicó que el costo de una Unidad de Terapia Intensiva (UTI) cambia sustancialmente de acuerdo con la tasa de ocupación y el rango iba desde los 41.407 pesos por cama ocupada por día, para una tasa de ocupación del 100%, asta los 127.259 por cama ocupada por día, para una tasa de ocupación del 10%.
Por esto, si se toman los 41.407 pesos que costaba mantener una cama crítica por día en septiembre del año pasado con una ocupación del 100% y se le agrega el 24% de inflación nacional en general (y no en particular con el segmento referido a la Salud) el costo asciende a 51.344 pesos.
Fuente. Lt 9