Paso en la ciudad de Clodomira. El agresor fue detenido. La mujer tenía seis hijos y se habían separado hace un mes.
Ramón Héctor Ibáñez y Olga Carrizo se habían casado por civil, pero hace un mes se separaron. Pero, lejos de dejarla en paz, el hombre se volvió cada vez más obsesivo con ella. «Vamos a hablar. Te prometo que vamos a hablar y voy a cambiar», le habría dicho Ibáñez, de 31 años, a su ex pareja, de 30, madre de 6 hijas.
Ella decidió recibirlo y él la terminó asesinado.La mató furioso, a puñaladas, porque había salido a bailar. El atacante fue detenido. El hecho ocurrió en la ciudad santiagueña de Clodomira. El acusado habría irrumpido en varias oportunidades en la casa de la hermana de la víctima, donde esta residía, para realizarle planteos a la joven por «celos desmedidos».
La hipótesis más firme es que el trágico desenlace se produjo en ese contexto, en una discusión por recriminaciones de Ibáñez. Fuentes judiciales deslizaron que el acusado le habría reclamado a la joven que había salido a divertirse con amigas el fin de semana, y que tendría una nueva pareja. Al parecer, lejos de aceptar la ruptura, Ibáñez intentaba retomar el vínculo. Pero la víctima no quería. Olga Carrizo se convirtió en la octava víctima de femicidio en Santiago del Estero en lo que va del año.
Kuki, como le decían cariñosamente sus familiares y amigos, residía en la vivienda ubicada de la calle Pedro Eugenio Aramburu del barrio Mendilarzu -de la localidad de Clodomira-. Estaba viviendo en una precaria vivienda que su hermana le había prestado desde hacía un mes. Tenía seis hijas, de 12, 7, 6, 4, 2 y un año.
Eran aproximadamente las 2.30 del martes. Olga estaba en su casa preparando a sus hijas para dormir. En ese momento, habría recibido el mensaje de Ibáñez, a quien había conocido a principios de este año. Mantuvieron una relación y contraído matrimonio. Pero las constantes escenas de celos de Ibáñez hacia Carrizo comenzaron con discusiones y agresiones verbales.
Impulsivo y violento, el sujeto habría comenzado a ejercer violencia física contra la joven madre. La golpeaba constantemente y la amenazaba de muerte. El hostigamiento físico y psicológico, según sus familiares y los dichos de la víctima, eran casi cotidianos.
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