SANTIAGO DEL ESTERO – LA OLA DELICTIVA NO SE DETIENE
Diez familias en Frías y cuatro en Fernández fueron víctimas de secuestros virtuales
En todos los casos, apuntan contra profesionales, empresarios y comerciantes. En Fernández amenazaron con cortar los dedos de las supuestas víctimas si sus familiares no entregaban el dinero.
La ola de secuestros virtuales de la que fueron víctimas comerciantes, empresarios, productores y profesionales frienses se han seguido exponiendo en la policía hasta en horas de la noche por parte de comerciantes, los que llegarían a una decena.
Fuentes relacionadas con la investigación de estos casos informaron que entre la mañana y la última hora de la tarde del día lunes se han producido al menos diez casos con argumentos de secuestros virtuales en distintos comercios y empresas, algunos decidieron exponerlos ante la policía pero otros, no.
Según lo precisó el jefe de zona del Departamento de Seguridad Ciudadana Nº 7 (DSC-7), comisario mayor Pablo Gerez, poco después de las 22 del lunes, la propietaria de una farmacia puso en conocimiento de haber vivido una situación muy parecida a la de los otros empresarios, mediante argumentos telefónicos falsos.
Además del empresario de la construcción, el productor, el ex funcionario público, el empresario estacionero y la farmacéutica, recibieron llamadas ‘extrañas’ el dueño de un corralón, la empleada de un abogado, administrativa de otra estación de servicios, y el propietario de un taller mecánico,
La metodología utilizada fue la misma en casi todos los casos: llamar a la víctima (comerciante, empresario, productor o profesional) inventando la historia de un accidente en el que supuestamente estaba involucrado uno de sus hijos y, sobre los datos que la misma víctima va brindando, se construye la historia falsa hasta que finalmente el interlocutor le exige el depósito de una determinada suma de dinero a través de un sistema de giro postal.
Si bien es prematuro por ahora establecerlo, los investigadores sospechan que en estos casos hubo frienses que pudieron haber accionado de cómplices de esta situación que pudieron estar cerca de las propiedades de las víctimas como monitores u observadores de los movimientos de esas familias.
«Fueron tres horas de terror»
Carlos Bustamante, un profesional de la ciudad de Frías, fue una de las víctimas de los seis casos de secuestro virtual que se registraron en la ciudad este lunes. Relató como fueron las tres horas de terror que vivió cuando mediante engaños, malvivientes le dijeron que su hijo había sido secuestrado en Córdoba.
Esta modalidad delictiva, contacta telefónicamente a sus víctimas, a quienes le aseguran que un familiar fue víctima de un secuestro y jugando con la desesperación logran que se les deposite importantes sumas de dinero.
Carlos Bustamente, fue una de las víctimas de estos malvivientes y relató las horas de terror que le tocó vivir cuando recibió una llamada en la que le aseguraban que su hijo había sido secuestrado y que debía depositar la suma de 10 mil pesos para que sea liberado.
“A las 9.30 de la mañana me llamaron a mi estudio, una persona que se identificó como Daniel Medina. Me dijo que hubo un accidente terrible entre tres vehículos y me preguntó si tenía un hijo estudiando en Córdoba. Después me preguntó si quería hablar con él. Le dije que por supuesto y me pasaron con alguien que hablaba de manera idéntica a mi hijo, no sé si se trataba de un actor o alguien que lo conocía”, relató el hombre.
Bustamante agregó que su supuesto hijo dijo estar “aterrorizado”. “Le pregunté por qué, si ya estaba fuera de peligro y ahí me explicó que tenía un arma en la cabeza. Le sacan el teléfono y la persona con la que había hablado me dijo que se trataba de un secuestro y que me iban a dar indicaciones que debía cumplir para que mi hijo siga con vida. Me pidieron 10 mil pesos y me dijeron que no hable con la policía ni con nadie, que por cada persona que hable le iban a cortar un dedo a mi hijo”.
Según las indicaciones de los malvivientes, Bustamente debía realizar un giro a través de la empresa Western Union a nombre de Daniel Edgardo Unrein a Córdoba Capital. “Me fui al correo y después hablé con él. Me dijo que se comunicarían de vuelta y a los 20 minutos llamaron. Atendió mi señora y ella fue la que se dio cuenta que no era la voz de nuestro hijo”.
“En ese momento llamamos al trabajo de mi hijo, y nos atendió él, quien no explicó que estaba perfectamente bien y que el secuestro era una farsa”, explicó conmovido.
Finalmente, la víctima explicó que su relato responde a un deseo: “No quiero que esto le suceda a ninguna persona porque es horrible. Agradezco que no tenemos ningún problema cardíaco, porque podríamos haber muerto de un infarto. Fue un momento violento, fueron tres horas de terror”.
FUENTES: Diario Panorama – El Liberal