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Se cumple un mes del fallecimiento de Maximiliano Enrique

El joven murió tras recibir una herida punzo cortante en su pierna cuando defendía a su amigo. El caso conmocionó a Tostado y a la zona. Este martes realizan una misa en su memoria.

Fue un domingo 7 de septiembre, cerca de las 06 horas, cuando en calle 9 de Julio, Maximiliano Alexis Enrique, de 24 años de edad, perdió su vida. Según el relato de los hechos, brindado por la fiscal en la audiencia cautelar, Maximiliano defendió a su amigo quien estaba siendo agredido con un cortapluma. Su agresor lo hirió profundamente en su pierna, llevándolo en minutos a la muerte.
Maximiliano es padre de Xiomara, una pequeña de tan solo dos años de vida. El joven era un conocido deportista de la ciudad, jugador de futbol tanto en las filas del Club Atlético Tostado como de San Lorenzo. Su muerte conmocionó a la ciudad; la víctima era hijo de un policía, al igual que quienes hoy son imputados por el homicidio.
Consternados, amigos realizaron marchas pidiendo “Justicia por Maxi”, movilización que fue acompañada por los padres de la víctima.
Al cumplirse un mes de su fallecimiento, familiares realizarán una misa en su memoria, la cual tendrá lugar este martes a las 20 horas en la Parroquia de Tostado.

 

 

Los acusados
En base a las evidencias recolectadas, la presunción de peligro de fuga, y entorpecimiento  del proceso, el juez penal resolvió dictar prisión preventiva a los acusados por el homicidio de Maximiliano Enrique.
La medida derivó de la audiencia que se realizó en la ciudad de Tostado.
En la sala se encontraban las figuras judiciales correspondientes –juez, fiscal, defensoras-, personal policial, los progenitores de los acusados, como también Walter Enrique, padre de Maximiliano, acompañado por una familiar. , Mariela y Walter Enrique.
El encuentro se vivió bajo una atmosfera de profundo dolor y tensión.
Walter, observó en silencio el ingreso de los hermanos acusados del asesinato, teniendo consigo fotos ampliadas de su hijo. En la sala también se encontraba la joven madre de Xiomara, una pequeña de 2 años de edad, hija de Maximiliano.
Con orden del juez, la audiencia comenzó con el relato de la fiscal interviniente, Dra. Emilse Fissore, acerca de los hechos ocurridos en la mañana del domingo 7 de septiembre, sobre calle 9 de Julio.
Secuencia de una tragedia
En la secuencia de los hechos, en base a las evidencias recolectadas, testimonios de quienes presenciaron el altercado y los testigos del lugar, la fiscal ubicó a los imputados en escena.
Tal cual lo precisó en la audiencia imputativa, Fissore indicó que Maximiliano Enrique aquel domingo, alrededor de las 06 hs.,  transitaba en motocicleta acompañado por Raúl Rumualdo González, y en otro rodado sus amigos O. M. y C. D.. Los jóvenes paseaban por la ciudad tras concurrir a un sitio bailable de la ciudad. En su paso, se cruzan con los ahora imputados, A.Y. y C.Y. quienes transitaban de a pie –uno por la verada y otro por la calle-. Fue así cuando el menor de los hermanos –C.Y.- los invitó a voces a pelear, arrojando sobre uno de ellos una piedra, alcanzando a golpear a O.M. en la mano. Esto hizo que ambos conductores frenaran la marcha y descendieran de los rodados. C.Y. huyó corriendo del lugar, hasta que en la esquina -9 de Julio y Saavedra- se subió a una motocicleta que lo socorrió y se escapó del lugar-. Detrás de él fue O.M. quien regresó al sitio del conflicto. Para entonces, A.Y. y González se habían tirado manotazos sin alcanzarse hasta que el imputado sacó un cuchillo tipo  navaja con mango de madera –posteriormente secuestrada en la detención del acusado-. El mayor de los hermanos, le provoca un corte en el pecho a González, y lo intenta cortar por segunda vez, y alcanza  su brazo, quedando el herido hacia atrás. En ese instante interviene Maximiliano Enrique quien actuó en defensa de su amigo; arroja una patada al agresor quien lo cortó en su pierna.
Con los dos jóvenes heridos, A.Y., también huye del lugar hacia la estación de servicio cercana.
El relato, se argumenta con las evidencias hasta ahora recolectadas: el testimonio de quienes estuvieron en el enfrentamiento, vecinos del lugar. Otro de los elementos aportados a la causa es el arma que se secuestró, la cual estaba manchada con sangre, siendo esta enviada a analizar para establecer coincidencia con el ADN  de la víctima. Igualmente, en las evidencias científicas, se contempla la ropa de González y de Enrique, y del imputado A.Y. quien en su jeans tenía manchas de sangre, siendo este enviado a analizar.
En su fundamentación, la fiscal se alimentó del testimonio de un amigo de los detenidos quien manifestó la existencia de altercados anteriores.  Este testigo, además, coincidió con otros al decir que en las redes sociales, puntualmente facebook, del lado de los imputados publicaron que “lo iban a encontrar y matar a apuñaladas”, en teoría hacia quien sufrió lesiones graves.
En base a todos los elementos aportados, y apuntando a las resultados que esperan obtener de evidencias recolectadas, y testigos que intentan identificar, la fiscal Fissore, le reiteró al juez la calificación que pretende en cada uno de los imputados. En el caso del mayor de los hermanos, A.Y., se lo acusa de Homicidio Simple y lesiones graves dolosas; y en C.Y. lesiones leves, y participe secundario.
En la acusación, la fiscal sostuvo que el acusado del homicidio, actuó conociendo y queriendo el resultado que obtuvo del enfrentamiento. Presumió además que el agresor tenía el arma consigo, aún en el momento en el que asistió a bailar. Acerca del otro detenido, sostuvo que “si bien no es posible aún precisar, existe la posibilidad de que C.Y. conociera la portación del arma, por lo que tras iniciar el enfrentamiento y salió corriendo, sabiendo que su hermano podía defenderse al estar armado y esto lo convierte en partícipe necesario  en el hecho del homicidio”.
Por otro lado, en su pedido de que el juez dicte prisión preventiva a los acusados, remarcó que los agresores huyeron del lugar dejando a las víctimas sin asistencia, y sin pedir ayuda para ellos.
Dentro de los agravantes, subrayó “la víctima era padre de una niña de 2 años, Xiomara, es una niña que quedó sin su padre”, palabras que produjo un quiebre emocional, sobre todo en la madre de la pequeña que se encontraba en la sala, y conmovió a la mayoría de los presentes.
La defensa
A su turno, la defensa quedó dividida para evitar contrapuntos en los intereses de los detenidos: la Dra. Estrella Moreno, defensora regional, tomó a su cargo a A.Y., y la Dra. Romina Cristóbal, ofició a favor de C.Y..
Moreno desestimó que las manifestaciones en las redes sociales indiquen voluntad de matar, y afirmó “estamos convencidos de que no hubo dolo de matar. Este es un procedimiento cautelar; no se aplica ahora una condena”. Ofrecieron a su señoría, tres alternativas  respecto a los imputados: la libertad, prisión domiciliaria –que se haría efectiva en una estancia en zona rural de la provincia de Buenos Aires, bajo el cargo de un tío materno-, o una prisión preventiva que no supere los 30 días.  
Por su lado, Cristóbal desestimó un “plan para matar”,  y no considera que su defendido haya aportado al homicidio, y se afirma en la falta de antecedentes penales.
La defensa coincidió al decir que no hay posibilidad de peligro de fuga ni posible entorpecimiento del proceso.
Resolución del juez
Tras los correspondientes descargos, el juez penal de Tostado, Dr. José Luis Troiano, dictó prisión preventiva sobre los dos imputados, tomó la calificaciones dadas por la fiscal interviniente, y consideró la existencia de peligro de fuga. “En caso de que los detenidos recuperen la libertad, estaríamos en la posibilidad de coacción con los testigos y testimonios faltantes”.
Además mencionó la posible condena en expectativa –en el caso de A.Y. de 8 a 31 años, y en C.Y. de 4 a 18- en cuyo sentido, serían determinantes al decir darse a la fuga.

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