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Condenaron a un ex policía por abusar de su hija, pero no lo detuvieron y se fue del país

El drama de una mujer en la Pampa.El hombre fue notificado de la sentencia pero los jueces no ordenaron su arresto y salió caminando de tribunales

Erica Busto (26) vivió el tormento de la violación de su padrastro desde que tiene recuerdos. A los 11 años la dejó embarazada y hoy tiene su hijo, de 14 años. Hace un mes y medio, su padrastro, el ex policía José Luis Ortiz (47) fue condenado a 14 años de prisión, pero sigue en libertad porque el tribunal que lo sentenció no ordenó su detención.
La sentencia se conoció el pasado 13 de agosto. Y el condenado salió del país: viajó a Brasil por sus actividades relacionadas con una iglesia.
Erica Busto le pidió a los jueces del tribunal de audiencia que lo detengan: «Es un monstruo, tienen que dejarlo preso». Los jueces Carlos Mattei, Daniel Saez Zamora y Carlos Besi no la escucharon.
La causa tiene una prueba decisiva: el ADN del hijo, que dio positivo. Y además la confesión del propio acusado: dijo que la violó esa única vez. La decisión del tribunal fue apelada por el fiscal oficial, Gastón Boulenaz y el abogado particular, Roberto Záccara.
La historia de Erica está llena de dolor. Además de sufrir la violación de su padrastro, padeció el silencio de su madre, quien todavía es la pareja de su atacante.
«Desde que tengo uso de razón que abusaba de mí», le cuenta  Erica a Clarín en el comedor de su casa. Le cuesta contar su historia, por su madre Mirta y sus cinco  hermanos (los hijos de su padrastro) a quienes no ve desde hace un tiempo: hablando de ellos se le caerán las primeras lágrimas.
Tenía un año cuando su madre, Mirta se juntó con su padrastro. «Le dije a los jueces que no me acuerdo cuando fue la primera vez que abusó. Pero siempre me tocaba. Y a los 8 o 9 años fue la primera penetración», relata.
De esa vez recuerda una escena. «Empecé a gritar, que me dejara. Agarró y me tiró en la cama. Y me dijo que me gustara o no me gustara, más adelante lo iba a tener que hacer», dice Erica.
Su madre la escuchó. Y fue a hablar con su padrastro. “Primero le dijo que no era. Ella me decía que dijera la verdad. Después vino y me dijo que se lo confesó, pero que yo no me negué…”, relata Erica y los ojos se le humedecen.
“Me dijo que podíamos irnos o hacer como si eso nunca había pasado”, dijo. Ya por entonces tenía dos hermanos.
A los 11 años quedó embarazada. «Me desarrollé y no sabía nada. Las maestras me decían que estaba enferma, que tenía que ir al médico. Ahí mi mamá me dijo que estaba embarazada de  cuatro meses», dijo.
“Ella sabía lo que pasó. Me dijo que no le tenía que decir a nadie. Me enterraban tres metros bajo tierra si hablaba”, recuerda la joven. Esa vez, por el embarazo,  fue la primera vez que se cruzó con el sistema judicial. Su padre biológico hizo la denuncia de la violación. Pero la causa no avanzó.
Erica recuerda que tenía 11 años y estaba rodeada por unas diez personas en un juzgado. «Me pedían que contara quien era el padre. Pero yo no les decía», dijo.
Después que nació su hijo,  siguieron los abusos. No la dejaban tener novio y además su padrastro la perseguía. “A los 13 años, una vez me atropelló. Yo iba en bicicleta, me tocó con la camioneta (policial) y me tiró. Yo salí corriendo”, recuerda Erica. Alejandra, su amiga de la escuela, fue testigo de esa agresión.
A los 15 años, su padrastro le hizo una jugada. Le mostró un artículo del Código Penal. “Me lo hizo leer y me preguntó qué pensaba. Decía (el artículo) que si tenía quince años no era violación. Siempre creí eso, que nunca lo podía denunciar”, cuenta.
Pocos meses después, con quince años se fue de la casa con su novio, con quien es su actual esposo Hugo Acosta. Tiene dos hijos de 9 y 6 años.
Durante todos estos años sufrió el acoso de su madre y su padrastro. “Me amenazaban con sacarme a mi hijo. Me decían que no lo sabía criar”, cuenta Erica. A su hijo se lo llevaba y pasaban hasta un mes sin verlo.
En marzo de 2011 realizó la denuncia por la violación. El primer fiscal Fernando Rivarola, asegura Erica, le “cajoneó la causa” aunque finalmente  hizo la acusación. Erica recibe a Clarín en su modesta casa, un barrio que entregaron hace dos meses. Está construyendo un tapial alto. Tiene miedo de lo que pueda pasar: todas las madrugadas su esposo se va a cubrir el turno en un frigorífico.
Erica sabe que el fiscal y  su abogado apelaron el fallo del 13 de agosto pasado y pidieron la detención de Torres. “¿Qué todavía no resolvieron? ¿Sigue afuera?”, le preguntó al cronista la iniciar la entrevista. Al final, con lágrimas en sus ojos, pidió “tiene que ir preso. No puede seguir libre con todo lo que hizo”.
La condena
El periodista Juan Pablo Gavazza fue testigo de cuando el ex policía José Luis Ortiz se enteró de su condena a 14 años de prisión. “Estábamos en la Ciudad Judicial, por otro tema. Y una persona se acercó al mostrador del tribunal de audiencia. Curioso, pregunté quien era”, relata Gavazza.
“Me dijeron que era un ex policía por un caso de violación. Tomo el papel, lo leyó así nomás, con desinterés y se dio media vuelta”, dijo el periodista. Fue el pasado 13 de agosto, cuando José Luis Ortiz salió caminado con una condena de 14 años de prisión a cuestas por la violación de su hijastra.

FUENTE: Clarín

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