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Dolor interminable: “Solo quiero saber quien la mato”

El pedido es de José Altamiranda, padre de Daiana, la adolescente asesinada  en Villa Minetti. “Nadie me va a devolver a mi hija pero al menos necesito saber quien le hizo esto”. Proyectos truncados: “Ella quería ser policía; quería ayudar a su familia”.

Tranquilo, pero visiblemente angustiado, José Altamiranda ingresó a la sala para presenciar la audiencia de tratamiento de medida cautelar que ahora ubica en el banquillo de los acusados a nada mas y nada menos que a un sobrino.
Ya anteriormente José había participado de un evento similar cuando era Fabián, novio de Daiana, el imputado por el homicidio.
En silencio, cabizbajo,  sosteniendo su cara con una de sus manos, escucha de la fiscal las pruebas que suenan contundentes y que convierten a J. C. S., en el probable autor del asesinato. De a ratos mueve levemente la cabeza,  y atina a levantar la mirada cuando se menciona sobre la sangre hallada en la camioneta.
La audiencia terminó con el dictado de prisión preventiva, algo que es meritorio para la representante del Ministerio de la Acusación pero que para José todavía es confuso.
Proveniente de una familia humilde, con una educación básica, el papá de Daiana intenta entender los procesos judiciales. “Ahora dicen que es mi sobrino y dijeron muchas cosas como lo de la camioneta…yo no se si fue él o quien pero yo solo quiero saber quien la mato”.
“Nadie me va a devolver a mi hija pero al menos necesito saber quien le hizo esto”, expresó con su dolor acuesta. “No siento odio, no tengo rencor porque a mi hija ya me la quitaron; quiero saber quién y por qué”.

UNA FAMILIA ATRAVESADA POR EL DOLOR
José es el jefe de familia. Daiana era la segunda de 6 hermanos. Damián es el más grande con 24 años, a Daiana le siguen dos niños (una niña de 13 y un varón de 9) y los “mellis” de 3 años. Su esposa cumplió hace unos días 40 años. “Fue difícil, faltaba mi hija y ahora siempre va a ser así, no solo en los cumpleaños, todos los días su lugar va a estar vacío”.
“Yo me hago el fuerte, tengo que serlo porque hay que sacar la familia adelante…no es fácil. Mi esposa llora mucho, yo le digo que hay que seguir. Muchas veces la veo afuera, cerca del árbol donde tenemos colgado el celular porque ahí hay señal; ella se queda ahí como esperando… y llora”.

“QUERÍA SER POLICÍA”
Don Altamiranda trabaja de changarín en el paraje Las Gamas –Santiago del Estero-, o donde surja. Reconoce el aporte económico de Damián y resalta el comportamiento de cada uno de sus hijos.
“Daiana siempre quiso ir a estudiar a Villa Minetti; quería terminar la secundaría y después estudiar de policía”. Los sueños de la adolescente estaban enfocados también en su familia: “Ella me decía que se iba a preparar para ayudarnos porque veía que la vida no era fácil”.
“Tengo mi otra hija que este año termina la primaria. La idea era que se iba a ir a Villa también, ahora no sé porque tenemos miedo por lo que paso con Daiana”.

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