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El Especial de la Noche

Con Juan Carlos Goñi
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Vera: Empleada judicial quedó vinculada a posibles casos de corrupción de menores

Tres adolescentes, dos de ellas menores de edad, declararon en la comisaría de la Mujer en Vera que fueron convocadas y seducidas por una mujer de 50 años que las invitó a formar parte de fiestas nocturnas junto a adultos, con alcohol, pastillas y ofertas sexuales. La captadora es empleada del Poder Judicial en Vera y en enero pasado protagonizó un escándalo sexual en Romang. Sin embargo ni siquiera se le abrió un sumario. La anémica reacción de la justicia y la preocupación de funcionarios del Gobierno ante repetidas prácticas de abuso y explotación sin controles.

Un escándalo sexual, que involucra a menores de edad y adultos de clase media vinculados al poder judicial del norte santafesino, sacude por estas horas las flemáticas reacciones sociales o judiciales frente a comentarios naturalizados en la ciudad de Vera.

 

La Comisaría de la Mujer agendó una posible situación irregular que se estaba desarrollando en Vera y como institución preventora inició una investigación de oficio que, hasta este miércoles por la tarde, había recogido el relato informativo de tres chicas, dos de ellas menores de edad, que contaron con detalles y nombres propios una situación que roza el delito de trata de personas, y que atraviesa varias capas en la corrupción de menores.

En todos los casos, las adolescentes mencionan a una mujer que habita en Vera, que las invitaba a su casa para participar de fiestas nocturnas con hombres y mujeres mayores de edad, donde consumían alcohol, tomaban pastillas y recibían propuestas de sexo pago. La Mujer sindicada como la captadora o “gancho” se llama Bibiana Sánchez, tiene alrededor de 50 años y es empleada del juzgado de instrucción de Vera, a cargo del juez Irineo Berzano y Andrés Marchi como secretario. La Mujer protagonizó un escándalo sexual en enero pasado en el Camping de la localidad de Romang, donde fue denunciada por su empleada doméstica, luego de una noche de excesos de todo tipo.

Las declaraciones en sede policial fueron realizadas entre el 29 de marzo y el 2 de abril pasado, en la comisaría de Vera, que recibe casos vinculados a la violencia física y sexual de género. Las agentes policiales focalizaron sus preguntas en detectar quién o quiénes se aprovechaban de situaciones de vulnerabilidad social y /o afectiva para ingresarlas al mundo de la explotación sexual a través de la oferta en un sector acomodado o “Vip”.

A pesar de la gravedad que encierra la mera posibilidad de confirmación de las denuncias, el juez Berzano no había pedido –hasta este miércoles por la tarde – el sumario prevencional. Pese a ello, la Secretaria de Derechos Humanos de la provincia puso un equipo de acompañamiento a trabajar en el territorio, que está en permanente contacto con el Ministerio de Seguridad. Los funcionarios santafesinos creen que la situación de explotación sexual infantil en el norte es grave y por ello las máximas autoridades del Gobierno ordenaron trabajar a fondo.

Qué dicen las chicas

E. G., de 14 años, declaró el pasado 29 de marzo, en horas de la noche, y acompañada por su madre. La chica vive en La Gallareta, pero varias de sus amigas son de la capital departamental. Justamente, una noche, estando en una esquina de Vera, una mujer llamada Bibiana, pero conocida como “Bibi” frenó el auto y las invitó a subir a ella, a su hermana y a su prima. “Tenía un auto medio cremita, dimos un montón de vueltas y luego fuimos a la salida de Vera, compró un montón de cervezas y nos llevó a su casa. Ahí había hombres y pibitas de 12 o 14 años, y bebidas gratis, yo solo tomé un poco porque decían que la señora le ponía cosas a la cerveza. Como a las 5 de la mañana “Bibi” se nos acerca a mi hermana y a mí junto a un señor que decía ser el primo, el cual quería pagarnos 300 pesos a cada una para tener relaciones sexuales, aclarando que quería un ‘vale todo’, pero no quisimos. Ella salía y nos dejaba encerradas, después nos fuimos a la tardecita”, dijo la chica. Fue la última vez que ella y su hermana se relacionaron con “Bibi”.

E.G, le dijo a las mujeres policías que le recibieron el testimonio que “había dejado de ir a la escuela, donde le iba bien” y mencionó que la casa de “Bibi” era blanca, tenía dos espejos, una mesa redonda de madera, un equipo de música en la mesa, dos sillones de madera marrón claro, una cocina y una escalera que lleva a una terraza. “En un dormitorio tenía dos camas de una plaza, una colección de carteras y vestidos y en su dormitorio había muchos zapatos y una cama de dos plazas”.

Dos días después de E.G declaró T.P, de 12 años. La chica aportó datos de relevancia. Señaló que hace dos semanas estaba con unas amigas en Vera, en “la Petrobrás”. Había llegado al lugar junto a tres compinches, de 12, 15 y 17 años. Allí conocieron a una mujer de nombre Bibiana, de apodo “Bibi”. Tomaron unas cervezas en el lugar y luego “Bibi” las invitó a la casa. Llegaron a la finca donde había hombres “con quienes bailamos, tomamos y jodimos como hasta las tres de la tarde. Nos hicimos amigas de ella y a la noche armábamos la joda cuando llegaban ‘los primos’, como los llamaba “Bibi” a los hombres que pagaban las bebidas (…) lo que recuerdo era que de las chicas que iban al lugar a joder, eran de La Gallareta, que buscaban a los hombres, le bailaban, los toqueteaban, pero no he visto ni me enteré que hayan tenido sexo en la casa”. T.P, agregó referencias de la casa de “Bibi”: “tiene un tapial chiquito en su frente, en el baño tiene azulejos de color marrón claro y una cortina de plástico amarilla”.

El 2 de abril declaró A.M.G. de 19 años. Relató que conoce a la menor E.G y que estuvo presente el día en que conocieron a “Bibi” o “Vivi”. “La conocimos porque se nos acercó, nosotros estábamos tomando algo en la (estación de servicios) Petrobrás y ella llegó con un auto de color claro, creo que era un Focus. Nos dijo que fuéramos a la casa, donde había joda. Cuando llegamos nos mostró la casa y nos ofreció cerveza, yo le dije a las chicas que no tomen porque vi que le ponía una pastilla, que es Rivotril, yo la conozco porque la tomo bajo receta. Ella me dijo “quedate tranqui, las pongo para alegrar la fiesta”.

A.M.G se fue de la fiesta pero debió volver, porque las chicas que quedaron en la casa le hicieron saber que la acusaban de haberse robado un celular. Pasó un tiempo y me empezó a mandar (“Bibi” o “Vivi”) mensajes de texto que decían: ‘ustedes son unas mangas de ladronas, me robaron el celular’”. Un tiempo después le envió mensajes con amenazas de muerte a mi hermana en donde le decía que ‘no sabían donde se metieron, ya que ella trabajaba en tribunales’”.

La chica, la única mayor que hasta ahora declaró en el sumario, dijo que la casa de “Bibi” está frente al Club Ferro, en Vera. “A mi no me ofrecieron plata por sexo, pero a las otras chichas que estaban conmigo le dijeron que había hombres con plata dispuestos a pagar por tener sexo con ellos”.

“La señora Sánchez vive en calle Rosario, a la altura del 2.000 en la ciudad de Vera. Frente al club Ferro”, señala una fuente policial con la larga trayectoria en el terreno de las investigaciones. “Tiene un Ford Focus blanco, o color cremita, todo el mundo sabe que le gustan las fiestas y no fueron pocas las denuncias por ruidos molestos durante la noche, ya se en la semana o los fines de semana”, le agrega a Notife. Tiene relaciones con funcionarios del Poder Judicial de Vera, de Calchaquí y de Reconquista. Fueron muchos los comentarios que circulan alrededor de las fiestas en la casa de Sánchez. Casi todos referencian la presencia de menores y mucho alcohol y pastillas. A las chicas de La Gallareta las llevaría un remisero hasta Rosario al 2.000, en la cabecera del departamento.

Un año después

En los primeros días de abril del año pasado, trascendieron detalles de la causa que tramitaba un juez en la localidad de Vera. Medios periodísticos del norte santafesino informaron que “cinco sexagenarios fueron detenidos en Vera por abusar de niñas menores de edad. Una de las víctimas tiene 11 años, pero según averiguaciones vendría siendo abusada desde hace más de un año. La edad de las otras chicas oscila entre los 14 y 15 años. Los detenidos están acusados por los delitos de violación, corrupción de menores y facilitamiento de la prostitución”, indicaron los medios.

La noticia cobró una mayor trascendencia al conocerse el día 22 de abril que “un empleado judicial de los Tribunales de la ciudad santafesina de Vera y otras seis personas fueron detenidas acusadas de corrupción de menores y promoción de la prostitución infantil y violación, informaron fuentes policiales” indicó ese mismo un medio rosarino. Como si fuera poco, la noticia revistió de mayor gravedad cuando se mencionó el nombre del ex camarista de Vera y actual Fiscal Regional en Santa Fe, Ricardo Fessia, a quien se lo asociaba a un círculo de hombres con poder que solicitaban los servicios sexuales. La especie fue descartada rápidamente por la justicia, a través de retractaciones de las chicas denunciantes, obtenidas en largas jornadas de audiencias realizadas por la noche.

El juez Correccional de Vera, Eduardo Fabbro, fue el que tramitó el expediente, iniciado a partir de las denuncias de varias chicas de la zona de Vera. Casi una decena de menores fueron mencionadas en la causa. En la investigación estuvo comprometido en un primer momento el empleado de los Trubunales verenses, Alfredo “Fredy” Bolaños. También fueron procesados Ángela Bossio, Manuel Sánchez, Héctor Ibarra, Oscar Ortiz y Juan Simón Sánchez.

Fuente: Notife

 

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