EN LA LOCALIDAD DE VERA

La desfiguró de un ladrillazo porque se resistía a tener sexo

Artero ataque de un adolescente a una menor. Ocurrió en la primera hora del sábado. El agresor fue detenido en Calchaquí. 

Se habían conocido a través de un intercambio de mensajes de texto por el celular y de esa forma también se citaron en la plazoleta del sector avenida de calle Corrientes, en la zona céntrica de la localidad de Vera, distante a unos 250 kilometros al norte de esta capital provincial. El joven de 17 años, oriundo de Calchaquí, y la piba, de 14, de Vera, concertaron la cita mediante un SMS y se encontraron al amparo de uno de los galpones del ex ferrocarril.
Desde su ciudad, él viajó con la esperanza de concretar su encuentro amoroso. Y de entrada todo parecía ir bien. Pero mientras la menor sólo quería conversar, el muchacho intentó ir por más, según consta en la investigación. Ya era la 0.30 del sábado y ante la repetida negativa a tener sexo de parte de la chica, el pretendiente comenzó a insistir cada vez seriamente, pero sin éxito.
Como la joven no claudicaba, la escena se fue tornando más violenta. El joven habría intentado obligarla a mantener el encuentro sexual, al punto que, alienado, tomó un ladrillo de buen porte del suelo y se lo asestó en pleno rostro a la chica con el fin de minar su resistencia y colocarla en una situación de fatal indefensión.
Fue tan brutal el ladrillazo que recibió la víctima que cayó de bruces perdiendo el conocimiento. En ese momento una amiga que estaba en las inmediaciones escuchó gritos y llegó al lugar para socorrerla. Espantó al agresor, que huyó, según relataron fuentes confiables, y dio aviso a la policía.
Una patrulla del Comando Radioeléctrico de la Policía se hizo presente y trasladó a la agredida de urgencia al Hospital local, donde ingresó con la cara desfigurada. Allí recibió las primeras curaciones y debido al cuadro médico debió ser derivada a Reconquista.
Una vez asistida la víctima, luego la policía dio con el victimario que fue arrestado en Calchaquí y alojado en la alcaidía de la UR XIX a disposición del Juez de Menores de Reconquista.
De acuerdo a datos de fuentes confiables, en un primer momento las menores pretendieron decir que el ataque había sobrevenido cuando caminaban por la vereda de la plazoleta, pero luego corrigieron esa versión y contaron la verdad de los hechos y ayudaron a identificar al violento. 

Fuente: El Litoral