Siete vidas unidas por la vocación

Nilda, la mayor, había sido maestra de alguna de las otras chicas que murieron. Ahora eran todas compañeras.

Siete vidas unidas por la vocación docente se perdieron. Se las llevó el accidente más importante de la historia de la zona. Minutos antes, cuatro docentes que solían tomar esa combi para llegar a sus lugares de trabajo habían pasado en un auto particular rumbo a las escuelas. Las salvó la diferencia horaria. Ingresan media hora antes a las instituciones. “ Es muy dramático todo esto.
No sé con qué panorama nos vamos a encontrar el miércoles en las escuelas”, le dijeron a Clarín. Detrás de cada muerte convive una historia que conoce cada habitante de este destrozado pueblo.
Nilda Ruiz era la mayor en la combi. Hasta incluso había sido maestra de algunas de las que ahora eran sus compañeras. Tenía 49 años, viuda y madres dos hijos, y era maestra de grado en San Bernardo, una localidad que está antes de llegar a Villa Minetti. Daba clases hasta el mediodía y luego regresaba a Tostado para seguir trabajando en el jardín de infantes del colegio San José.
“Para nosotros era como una madre, nos crió ella”, dijo Diego, un ex alumno de Nilda que estuvo en el velatorio junto a sus compañeros de entonces. Tenía una fuerte compromiso social, cuentan sus allegados.
Andrea Soae tenía 39 años. A ella la titularizaron en febrero de este año. Tenía a cargo el séptimo grado de la escuela N° 1398 de Villa Minetti, donde dictaba las clases de matemáticas y ciencias naturales.
Gladis Saavedra, tenía 38 años y dos hijos. También había obtenido la titularización este año. Era maestra de los grados quinto y sexto de la escuela de San Bernardo. Ella, cuentan sus amigas, era una muy buena jugadora de hóckey. De hecho defendía los colores de San Lorenzo de Tostado. La misma pasión y habilidad la unía con Jesica Odiante, de 24 años, la menor de las docentes en la combi, que estaba de reemplazante en la escuela N° 748 y tenía horas a cargo solamente los lunes.
Valeria Valentini, de 37 años, era profesora de Tecnología también en esta última escuela y también había quedado como titular.
Luciana Vallejos siempre estuvo muy cerca de los chicos. Incluso con los más carenciados que le tocó tener a su cargo se ocupó de gestionarles un contacto para mejorar su bienestar. Estaba de suplente en la 748 y a la tarde daba clases en el colegio San José de Tostado.
“Se me fue mi tía Lucy y todavía no lo puedo creer”, escribió ayer en Facebook su sobrino Ivo. “¡Espero que me guíes desde allá arriba Lu!”.
Hacía un año y meses que Daniela Figueroa había sido madre.
Tenía 33 años y estaba a cargo de las materias matemáticas y ciencias naturales de la escuela 748 de Villa Minetti.

FUENTE: Clarín, Erico Vega, enviado especial