Aldo Bravo, uno de los sobrevivientes, dijo desde donde está internado “Me salvé por obra de Dios”.

Una doble fractura de fémur, un corte en la cabeza y diversos golpes de carácter leves, fueron las lesiones que Aldo Bravo sufrió en el trágico choque entre una combi y un camión cisterna de la empresa YPF.
Bravo, de 46 años, es uno de los sobrevivientes del sangriento hecho en el que perdieron la vida 11 personas. “He vuelto a nacer (…) Me salvé por obra de Dios”, dijo en un diálogo exclusivo con Noticiero 7.
“Iba al Consejo de Educación a hacer un trámite personal. Había subido en la terminal y casi no viajo porque el chofer de la combi me dijo que no vaya porque el asiento en el que suelo ir estaba ocupado. Entonces me siento al último, de lado del pasillo”, contó Bravo.
El hombre, oriundo de la ciudad de Loreto, al igual que la mayoría de las víctimas fatales, relató cómo fueron los segundos previos al violento choque ocurrido sobre la Ruta nacional 9, a la altura de la localidad de Simbol. Según su testimonio, el chofer de la combi se habría distraído y encontrado con un colectivo que llevaba idéntico sentido al suyo.
Para evitar el choque desde atrás, el conductor giró el volante hacia la izquierda y se encontró de frente con el camión de YPF. La magnitud del impacto dejó irreconocible la combi de pasajeros y el terrible saldo de once muertos y cuatro heridos.
Bravo y otros heridos fueron rápidamente asistidos y trasladados por personal del Sease 107 hacia el hospital Regional de esta Capital, mediante un operativo sanitario facilitado por gran cantidad de patrulleros de la policía provincial.
“He vuelto a nacer, morir, vivir. Todo junto. Fue horrible. Lamento mucho por las víctimas porque muchos eran amigos mío. Maestros de Loreto a los que conocía”, expresó Bravo.

Fuente: Diario Panorama