Con el propósito de brindar  un espacio de integración y aprendizaje a personas con discapacidades leves, funciona en Tostado el Centro Ocupacional  “El Ángel de la Guarda”.

Desde que abrió sus puertas, impulsados por un grupo de padres preocupados en brindar un espacio de contención e interacción, el Centro de Día “El Ángel de la Guarda”, no ha parado de crecer.
En un primer momento, la institución recibió a personas discapacitadas y proveyó de un servicio único en el departamento Nueve de Julio, atendido por una batería de profesionales.
Pero, el deseo de crecer, y de mejorar la calidad de vida de quienes poseen capacidades diferentes llevó pronto a la creación del Hogar de Día, que como bien lo dice sus palabras, alberga a quienes por diversas cuestiones no tienen un lugar para recibir la atención que requieren.
En ese camino, en el de la búsqueda constante de igualar oportunidades, es que en octubre del 2015, comenzó a funcionar el Centro Ocupacional
“El Ángel de la Guarda”,  en la sede, ubicado en calle Alvear casi Belgrano.
En la actualidad la institución cuenta con la atención de profesionales encargados de orientar a los concurrentes en los diferentes talleres que se
dictan de lunes a viernes y a los que asisten seis  personas con  discapacidades leves, no  dependientes,  capaces  de comprender y  aprender a diseñar y elaborar adornos o elementos  reutilizando materiales descartables.  
El propósito de los orientadores es que los asistentes tengan un espacio que les  permita desarrollarse e independizarse económicamente en un futuro.
El espacio está habilitado para personas desde 14 años y sin límite de edad, dispuestos a pasar una tarde recreativa y  con ganas de aprender las manualidades que se dictan.
La directora de dicho espacio, Daiana Gutman, junto a la supervisora Fabiana Bisio, visitaron este martes el programa “Mediodías del 2” y  remarcaron la importancia de las actividades que realizan en la institución.
“Ellos asisten, y se sienten confortados cuando concretan un producto o una tarea”, indicaron.
Así fue como para navidad, pudieron poner a la venta coronas alusivas a la festividad, con el orgullo que les implicaba poden presentar algo que ellos mismo realizaron.
“Hicieron incluso el cartel del Centro, el cual ven a diario al ingresar”, situación que los ayuda a valorizarse y saber que son capaces de crear, de crecer y de soñar.