Fue el clamor desgarrador que se escuchó al finalizar la audiencia de medida cautelar en la causa de violación contra una niña de 13 años en El Nochero. En medio de una crisis de llanto, la abuela de la víctima le rogó al magistrado que no libere nunca al acusado. El juez ya había dictado la prisión preventiva.
Acompañada por la hermana de la víctima, la abuela –que tiene una dificultad auditiva- siguió la audiencia en la que este jueves se definía la libertad o prisión preventiva de M. S. T. de 25 años de edad, acusado de abusar sexualmente de una niña de 13 años de edad el pasado 24 de julio.
En un exhaustivo descargo, la fiscal Sonia Bustos se refirió a lo que en su opinión se reconstruye de la testimonial de la niña, las evidencias recolectadas, y el aporte de testigos. Para la representante del MPA, el sujeto ideo un plan para consumar el hecho: él conoció a la niña el día anterior, en una cena en la casa de la abuela a la que habían sido convidados los pastores de una iglesia evangélica, siendo el sujeto el chofer de ellos. En la velada no hubo ningún acercamiento, más que solo un saludo.
Siguiendo con su hipótesis, para la fiscal el individuo volvió el domingo por la mañana con la excusa de ofrecerse para arreglar un control remoto, tal vez para ver nuevamente a la niña. Por la noche de ese 24 de julio, en su función de chofer, llegó al domicilio de la madre de la menor, con una prima de ésta, con el engaño de que la abuela –quien se encontraba en la iglesia-, había mandado buscar a su nieta. Creyendo en las palabras, y siendo algo habitual la asistencia de su hija al templo, la mujer levantó a la niña para cumplir con el llamado. Ocurre que la víctima se había recostado porque padecía un profundo dolor de cabeza. Se vistió, salió y subió en la parte trasera del automóvil de profundos vidrios polarizados.
Lo siguiente la niña lo contó en la Cámara Gesell, al igual que lo dijo el día del hecho a los profesionales que intervinieron. “Producto del dolor de cabeza no estaba atenta al recorrido porque tampoco se veía hacia afuera. En un momento la prima bajó y el sujeto continúo la marcha. Ella se inquietó cuando sintió que atravesaban las vías del ferrocarril. Él condujo el auto hacia el camino al cementerio”, explicó Bustos. Fue allí donde él sometió a la víctima pese a la negativa de ella.
El relato minucioso era escalofriante y revivía el dolor en la anciana y su nieta mayor. La historia era también escuchada por la madre del imputado y un hermano de esto.
“A él no le importó. Después….le pidió perdón. Ella no se pudo defender. Él la paralizó, se aprovechó de estar en un descampado, en un automóvil, de que la víctima atemorizada no podía hacer nada contra él, un sujeto de su contextura contra una niña”. Para la fiscal, las pruebas físicas, las actuaciones y las testimoniales, establecen la posible autoría del sujeto.
La cámara Gesell además de confirmar todo eso, revela el estado traumático y los sentimientos negativos que encima tiene ahora sobrellevar la adolescente.
La defensa
En su rol de defensora, la Dra. Romina Cristóbal presentó una alternativa a la prisión preveniva, solicitando la libertad bajo fianza y en guarda de la madre del individuo.
Fundamentó su solicitud en que el imputado es padre esta en pareja y tiene tres hijos. De hecho cuando fue detenido estaba con su familia, en casa de su suegro, en Villa Angela.
Resolución
Ante lo expuesto, el juez penal dictó la prisión preventiva por considerar el peligro de fuga, por la condena en expectativa que va de 6 a 15 años, y también por el hecho de residir en otra provincia.
El clamor
Se terminó la audiencia pero la intervención de la abuela de la niña cortó con la formalidad. “No lo libere sr. Juez, él destruyó a mi nieta. Él es una bestia, un degenerado, y ella ni siquiera quiere salir, no quiere ir a la escuela, no quiere hacer nada, está destruida. No lo deje ir por favor no tiene que salir nunca”, fueron algunas de las expresiones de la anciana. El magistrado le explicó el significado de la prisión preventiva y también el proceso.
No obstante, no había palabras que trajeran consuelo a la abuela que era contenida por su nieta mayor. “No lo defienda señora –le dijo a la madre del acusado-, no ve usted que es un violador”. Igualmente cuestionó la tarea de la defensora, sin comprender en su dolor que la dra. Cumple con su trabajo.
Finalmente se solicitó una ambulancia para controlar el estado de la mujer, y para lograr tranquilizarla
“Buscamos la pena máxima”
Por su lado la hermana de la víctima descansó en la preventiva pero afirmó que no descansarán hasta que se haga justicia. “Queremos la pena máxima, por eso vamos a pelear”, concluyó.