A los 6 meses le detectaron una anomalía renal. Con los años comenzaron las sesiones de diálisis y la joven –ahora de 30 años de edad- ingresó a la lista de espera de trasplante.  La madre no soportó ver el sufrimiento en su hija y le donó uno de sus riñones.  

Raquel Villasboas, es madre de 5 hijos, uno de los cuales – Liliana Álvarez- nació con  una anomalía renal que fue detectado por los cuando tenía apenas 6 meses de vida.
 Los primeros síntomas de la enfermedad, fueron las convulsiones, que la joven padeció desde muy pequeña y que los profesionales, lograron controlar con un largo  tratamiento, obligando a Liliana, a recorrer centros médicos de alta complejidad  y la posterior derivación a  tres diálisis por semana. Mientras, su nombre aparecía en listas de espera, para trasplante de órganos.
Pasaron 30 años. El tiempo y las consecuencias de las sesiones de diálisis en su hija, menoscabaron las esperanzas en Raquel que no podía tolerar tanto sufrimiento en Liliana.
En marzo de 2017 cuando  esperaban  ingresar a diálisis, Raquel le manifestó a su hija la decisión de donarle uno de sus riñones.
Tal acto altruista se materializó el 4 de abril cuando madre e hija ingresaron al quirófano para someterse a la cirugía, en vista de alcanzar una mejor calidad de vida.
Hoy ambas se recuperan de la operación y la joven alberga profundad esperanzas de formar una familia con su pareja. “Sueño con ser madre pero por mi condición es difícil por eso quiero llegar a estar bien para poder adoptar un bebe”, expresa emocionada, apoyada por el amor incondicional de su mamá.