Un San Lorenzo sin demasiadas ideas le ganó 2 a 1 a un disminuído Unión y Juventud de Bandera. Con poco y nada y goles de Omar Cena de penal y Rodrigo Ruiz, de tiro libre, le dieron la victoria al local. Joaquín Casani había igualado transitoriamente el partido que tuvo cuatro expulsados, dos por lado.
En la noche del viernes, San Lorenzo de Tostado derrotó de local 2 a 1 a Unión y Juventud (Bandera) por la vigésimo quinta fecha de primera división, en un partido que terminó pasada la medianoche.
El rojinegro se sacó de encima un partido sumamente chivo, que en la previa debió ser accesible, pero que por las propias impericias y falta de claridad y por la buena actuación del guardameta visitante y la entrega del rival (disminuído en jugadores y algunos de ellos sufriendo el cansancio físico, tras haber jugado el partido de reserva y el de primera), pudo doblegar sobre el final del mismo.
Sin mucho juego colectivo, pero con algunas ideas producto de algunas individualidades, llegó a la apertura del marcador a los 12 minutos del primer tiempo, luego que un defensor visitante tocara claramente el balón con la mano y Omar Cena cambiara el penal por gol.
Hasta allí parecía un trámite normal, con irregularidades pero con el local teniendo el balón y arriba en el marcador; pero cinco minutos duró la alegría, cuando a los 16, Joaquín Casani estableció la igualada del juego.
Desde ese entonces, San Lorenzo fue puro nerviosismo, careció de ideas claras para atacar a su rival y por momentos se veía en aprietos.
El partido se volvió chato, imperaban las imprecisiones de ambas partes y los roces se hacían notar y entraron en acción las expulsiones. Dos por lado en la primera parte.
Primero, Omar Cena reclamó una falta que no le fue otorgada, reaccionó mal con su rival y se fue expulsado, lo mismo para Juan Barros que vio la roja, por reaccionar en contra del jugador de San Lorenzo. Ambos, fueron expulsado de manera directa por Miguel González, árbitro principal.
Luego, se fueron a las duchas temprano Matías Lemos por el local y Matías Cantadori (el mejor del partido hasta ese momento), también por roja directa y en la primera parte.
Con dramatismo y mucho nerviosismo se fue el primer tiempo igualado 1 a 1.
Para la segunda parte, el técnico local movió piezas, dejó solo dos jugadores en defensa y puso un hombre de ataque. Lo sacó a Mauro Nieto e ingresó Yonatan Bravo en su lugar.
La cosa parecía volver a la normalidad, San Lorenzo retomaba el protagonismo y en otra jugada de ataque, Miguel González pita penal por otra mano clara dentro del área. Sin Cena, ejecutante del primer penal, tomó la posta Emanuel Urresti sobre los 8 minutos del complemento y su disparo esquinado, pero sin mucha potencia, fue atajado por Fabio Montenegro.
Todo cuesta abajo y a volver a empezar y para colmo de males, la visita se animaba y creaba algunas situaciones.
Con el ingreso de Urresti por Urresti, el «flaco» Cristian por Emanuel, San Lorenzo tuvo un poco más de aire para intentar crear situaciones de peligro, aire que lentamente emepezaba a hacer falta en algunos jugadores del visitante.
El local lo buscó y lo buscó y no por merecerlo, sino por testarudo y cansancio físico de su rival, que completó el elenco de primera con jugadores del sub 21, llegó al gol de la victoria, luego de que Rodrigo Ruiz que había ingresado minutos antes, puso de tiro libre el 2 a 1 y desató la algarabía del público local.
El rojinegro sabe que otro partido así no se lo van a perdonar, ganó es puntero momentáneamente del torneo hasta que juegue Atlético Tostado ésta tarde (18 horas visitando a LIbertad de Villa Trinidad). Pero deberá corregir en la mitad de la cancha y ser más incisivo en ataque; porque la actuación de ayer viernes fue una bisagra de lo que el destino le puede deparar.
Consiguió tres puntos valiosos, de esos que te señalan el campeonato o bien te marcan el otro camino. Queda una fecha y en la última visita a Sportivo Villa Minetti.