La víctima envió escritos a su mamá Elva diciéndole que su concubino estaba “cambiado”, “agresivo” y que la “celaba”. Los familiares de la joven notaron un comportamiento extraño en el autor de la masacre, pero no imaginaron el brutal desenlace. “La escena era desgarradora. Se notó que con toda su fuerza Mateo se prendió a la ropa de su madre y murió sobre su pecho”. La madre de la víctima es de Tostado.
A más de 24 horas, se van conociendo datos sobre la masacre causada por Gastón Rodríguez (28), quien asesinó a Soledad Escobar (24) y a su hijo Mateo de 6 años cuando ella salió a caminar con el niño.
“La escena era desgarradora. Se notó que con toda su fuerza Mateo se prendió a la ropa de su madre y murió sobre su pecho”, contó consternado un funcionario que arribó al lugar tras enterarse del brutal hecho.
Soledad vivió más de 12 años en pareja con Gastón y según le confió a su madre, él durante las últimas semanas “había cambiado”. A través de mensajes la joven mujer le contó a Elva, su madre -residente en El Tostado Santa Fe- que la relación ‘estaba mal’.
Ante los alertas de Soledad, en las que pedía ayuda porque Gastón la ‘celaba mucho’, su mamá Elva no dudó en viajar hasta El Aerolito -donde la víctima vivía con el acusado y sus tres hijos.
Elva les reveló a los policías que al llegar a la finca -donde el femicida y su hija trabajaban cuidando la propiedad- Soledad le contó que Gastón le revisaba el teléfono cada vez que ella regresaba de la escuela con Mateo, ‘buscando’ encontrar una infidelidad que solo existía en su imaginación.
La madre de la víctima también manifestó que durante su estadía en la finca ‘Las Violetas’ su yerno estaba extraño, ‘aislado’, y solía andar con su escopeta en sus manos.
Sobre el macabro hallazgo, la mujer indicó que el día del crimen, al ver que su hija con su nieto y su yerno no regresaban y ya había anochecido, decidió salir con su hijo a buscarlos. Caminó unos 700 metros aproximadamente y halló la bicicleta de Mateo.
Esa situación generó temor en Elva quien le pidió a su hijo que trajera un tractor para que con las luces busquen a las víctimas. Caminaron unos 300 metros más y hallaron la peor escena: madre e hijo en el piso, cubiertos de sangre, sin vida.
Elva sostuvo que por las condiciones climáticas y el frío que hacía en ese momento, ella y su hijo estaban dentro de la finca viendo televisión, encerrados por lo que no escucharon cuando Gastón realizó los disparos.
La Dra. Judith Díaz -fiscal de Violencia de Género- permaneció en el lugar hasta entrada la madrugada. Ella ordenó que efectivos de la División Homicidios y Delitos Complejos de La Banda se hagan cargo de la investigación y secuestren todos los elementos relacionados con la causa.
Las pericias de los aparatos móviles serán claves para poder determinar cuál fue el móvil que llevó al cuidador a cometer el brutal asesinato.
Los cuerpos fueron sometidos a autopsia y entregados a sus familiares para ser velados. Según se supo, en la escena del crimen hallaron tres cartuchos, percutados.
Hallaron carta del femicida
Según se supo, en la casa donde la pareja residía, los investigadores hallaron un cuaderno que tenía un llamativo escrito, firmado de puño y letra del femicida.
“Yo voy a salir de este pozo y nuestra relación va a cambiar. Todo va a estar mejor”, había escrito Gastón -aparentemente unos meses atrás- en un cuaderno que tenía para anotar las cosas que usaba para la mantención de la finca.
Al parecer, el acusado hacía referencia a la mala relación que existía con la mujer, con quien además de Mateo, tenían dos hijos mellizos de dos años de edad. Por orden la Dra. Díaz también se secuestró dicho manuscrito, para ser peritado.
FUENTE: EL LIBERAL