El edificio de la Unidad Regional XII de Policía, desde hace más de 2 años vallado por peligro de derrumbe, comenzó a desplomarse. Este viernes una parte de la mampostería se precipitó. Afortunadamente no hubo lesionados. Ahora se clausuró el ingreso principal al inmueble.
Obras postergadas las hay y muchas, pero están aquellas que por la desidia de las autoridades pertinentes -en este caso el gobierno provincial, en su área de seguridad-, refieren un peligro para la sociedad.
Tal es el caso del edificio de la Unidad Regional XII de Policía. Desde hace un poco más de 2 años, el frente esta perimetrado porque una inspección determinó que presenta peligro de derrumbe, poniendo en riesgo a los que transitan, ingresan o salen del las instalaciones.
No solo es el exterior. El inmueble carece de seguridad para quienes deben de velar por la seguridad de la comunidad.
Así quedó demostrado este viernes por la tarde cuando parte de la mampostería, que rodea la altísima puerta principal, se desplomó. El tamaño de los escombros y la altura, hubiese significado una tragedia si en ese momento alguien pasaba, entraba o salia del lugar. Afortunadamente no pasó.
Ahora, le Jefatura departamental extendió el vallado, cerrando el paso, teniendo este que darse por el ingreso vehicular del lateral.
Hasta el momento, y pese al compromiso que asumió tiempo atrás el gobierno de la provincia, no se logró conseguir al menos para restaurar las instalaciones, del edificio que se cree debería de ser «el más seguro».