Además de negociar con la CGT un mecanismo de apoyo logístico de los gremios para contener la demanda de los comedores para los sectores más vulnerables y una ayuda alimentaria para desempleados, la Casa Rosada confirmó hoy  que habrá un bono para trabajadores del sector privado.

«Empezamos a conversar la posibilidad de establecer algún tipo de compensación para los privados como se hizo en la parte estatal», aseguró el ministro de Producción, Dante Sica, en diálogo con radio La Red, y agregó: «Quedamos en mirar el índice de inflación del jueves, volver a sentarnos para evaluar la mejor metodología, pero tomamos como referencia el bono que se le dio a los estatales, de 5 mil pesos; trabajamos sobre eso».

En esta línea también se refirió Andrés Rodríguez, titular de UPCN, que ayer -junto a otros representantes sindicales- participó de una reunión con Sica y la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley. «Con el ministro de Producción (Sica) conversamos de que en el término de una semana se concrete la posibilidad de que todas las actividades privadas también puedan tener un bono para aliviar la situación de muchos trabajadores que la están pasando mal».

Una de las posibilidades que analiza el Gobierno para instrumentar este bono, de acuerdo señaló a Infobae una fuente calificada de Casa Rosada, sería la firma de un decreto por parte del presidente, Mauricio Macri.

«Nosotros pretendemos que sea de carácter obligatorio, en la ecuación trabajador-empresa el que más padece la realidad económica y social es el trabajador. Estamos muy preocupados, la situación de deterioro social viene de hace muchos meses y en los últimos meses se ha acentuado, por lo que todo lo que pueda aliviar o ser palitativo bienvenido sea», destacó Rodríguez en radio Futurock.

Según explicó Sica, «el salto inflacionario que estamos sufriendo producto de la devaluación después de las PASO, está generando bastante inquietud por la perdida de salario real».  Sin embargo, agregó que «hay que evaluar muy bien el impacto de este tipo de bono en las pequeñas empresas, porque no solo tenés un impacto inflacionario sino en muchas se secó mucha la plaza en términos de financiamiento de corto y puede generar un perjuicio».

El titular de la cartera de Producción recibió ayer -junto a Stanley- a la cúpula de la CGT representada por Carlos Acuña, Armando Cavalieri, Gerardo Martínez, Andrés Rodríguez y Héctor Daer. Durante el encuentro, los líderes gremiales expresaron su preocupación por la profundización de la pobreza y el impacto de la inflación en los precios de los alimentos que afecta de manera directa a los sectores más desprotegidos y a los desempleados.

Así, entre otros puntos también se debatió un programa alimentario para los sindicatos que estén con afiliados desempleados. Se trataría de una tarjeta alimentaria que complementaría la ayuda social que ya tiene acordada la Nación con la Confederación General del Trabajo.

Stanley y Sica coordinaron con la CGT que asistirá al Gobierno en la contención de la demanda alimentaria y la identificación de los sectores o zonas donde el Estado no llega. Los líderes de la cúpula de los gremios se comprometieron a pasar un listado con los comedores por asistir. Se trata de áreas o barrios donde los movimientos sociales y la Iglesia no llegan.

En tanto, tanto los funcionarios del Gobierno como los referentes gremiales coincidieron en que en estos momentos no hace falta declarar la emergencia alimentaria, ya que hay herramientas para asistir a los más necesitados con la ley vigente.