ABUSÓ DE DOS HERMANITAS
La búsqueda del violador de Beltrán estalló con una pelea a cuchillos en Bs. As.
El hermano de las víctimas ubicó a un hermano del acusado en el partido de Moreno y al preguntar por el paradero del abusador fue atacado y sufrió varios cortes en un brazo. El agresor fue detenido.
Las vejaciones de las hermanitas de Beltrán provocaron una imprevisible crisis familiar en Buenos Aires, donde un hermano de las niñas fue atacado a puñaladas por el hermano del principal acusado, un paraguayo que ya habría logrado huir de la Justicia hacia su país.
Así lo confirmó ayer a EL LIBERAL Lucas Ian Gerarduzzi, de 19 años, uno de los 10 hijos de la mujer que también se fue de Beltrán, tras dejar encerrados a cuatro de sus ocho hijos, en su casa del barrio La Cooperativa.
Según Lucas, “el jueves me fui a la casa del hermano de la pareja de mi madre. Él vive en Moreno, sobre la ruta 25, en Lomas. Lo único que quería era me explique qué sabía sobre su hermano. Me enteré por EL LIBERAL que había abusado de mis hermanitas”.
Prosiguió: “Me fui a la casa del tipo. Me recibió con un cuchillo. Intentó herirme. Me rompió la campera. Y me echó. Yo andaba con amigos. El chavón (sic) me erró un puntazo. Uno de mis amigos me defendió. Lo hemos dominado y lo llevamos a la comisaría. Se que lo metieron preso”.
Tensión
En la distancia, las palabras de Lucas dejan traslucir mucha angustia y preocupación: “Sé que el paraguayo está en su país. En un lugar llamado Caacupá, creo. Sabe, yo le presenté este chavón a mi madre. Parecía bueno. Después, empezó a hacer c…”
Fue mucho más allá. “Le juro, con él he peleado varias veces. En su ombligo tiene varias puñaladas mías. Es muy malo. Lo eché a la m…, pero no se quería ir. Amenazaba a mi vieja. Por años, la maltrató. Vos me mandás preso y yo mato a algunos de tus hijos, le decía a mi vieja”.
“Voy a Beltrán”
En diálogo con EL LIBERAL, Lucas adelantó: “Recién (ayer) fuimos a despedir a Daniel, el papá de mis hermanitas. Yo iré hasta el domingo o lunes”.
Para el joven, “tarde o temprano esto terminaría mal. Pero me duele por mis hermanitas. Mientras estuvimos sus hermanos cerca, el chavón se medía”.
Recordó que los abusos no se lo contaron. “Yo fui testigo de ellos”.
Reveló: “Años atrás, el tipo quería llevarse a la cama a mi hermana de 16 años. No pudo. Empujó a la de 12. Ella, llorando me agarró del brazo. Vi, en la pieza, cuando él la desnudó y empezó a hacerle cosas. Nunca me olvidé de eso”.
Lucas habla y delata inequívoca tristeza, pero no menos furia por lo sucedido.
“Trabajo vendiendo cosas en los trenes. En estos días paré un poco, porque fui a la casa de los parientes del chavón. Nadie me dijo nada. Saben que lo que hizo no tiene perdón”.
Sin embargo, interpretó: “Vamos a tranquilizarnos. Hablaré con mis hermanas. Ellas me van a explicar todo. También debemos ver cómo traer de vuelta a mi hermanita de 12 años. Ella es lo importante hoy”, enfatizó.l
«Prendía las cuatro hornallas de la cocina y nos empujaba con la cabeza hacia el fuego»
Durante más de cuatro horas, la adolescente abusada relató su odisea a los expertos de la Justicia, en La Banda.
De esta manera, la fiscal Alicia Presti tomó el timón de un complejo proceso, con efectos multiplicadores.
Ante los psicólogos, la menor habría revelado que su padrastro: “Prendía las cuatro hornallas de la cocina y nos empujaba con la cabeza hacia el fuego”.
Dijo que no había motivos que justificaran su ira.
“Era malo. Abusaba de nosotras y después se enloquecía. No podíamos decir nada”.
Fueron seis años “de malos tratos; de ir porque nos ordenaba a la cama; también de encerrarnos con llave en la pieza y de despertar con el pantalón bajo, sin saber por qué”.
Prosiguió: “Un día no me dormí. Quedé quietita. Vino él y se me tiró encima. Así descubrí que abusaba de mí en las noches”, afirmó la adolescente.
Amenazas
Llorando, por ahí cansada pero segura, la menor ahondó: “Maltrataba a mis hermanos. Mi mamá sabía todo, pero ella decía que le mentíamos. Que queríamos separarla de él”.
Cuando el paraguayo reaccionaba desaforado, “sabíamos que nos iba a pegar. Nos amenazaba con el fuego. Con incendiarnos a todos los hermanos”, ahondó.
Prima facie, anoche los expertos habrían informado a Presti que el hecho es de suma gravedad y demanda medidas urgentes.
Lo primero será un informe socioambiental en el barrio.
También, la presentación legal de un familiar directo: hoy arribaría el padre biológico de las niñas, quien partió anoche de Buenos Aires.
Reconstrucción
Se sabe, además, que la fiscal Jaqueline Macció también trabaja en la historia.
Ésta ya habría determinado que el sábado la pareja permaneció en la capital, a la espera de un colectivo.
Luego, habría partido hacia Buenos Aires.
Antes, encerraron a cuatro hijos con candado, dejándolos en una casa despojada de muebles: éstos habían sido vendidos la semana previa.
En forma conjunta, las comisarías de Fernández y Beltrán ya habrían establecido que muchos vecinos compraron los muebles.
Otros sabían de antemano las intenciones del paraguayo, quien no trabajaba y sobrevivía merced a un beneficio que percibía su mujer por ser madre de varios hijos.
En forma paralela, sus abusos eran atenuados por su pareja.
“Se la llevaba a mi hermanita a trabajar en una pollería. La traía de madrugada. Mi mamá los esperaba despierta. Jamás preguntó, ni reclamó nada”, subrayó.
Cerca de las 14.30 finalizó el relato de la joven.
Sumamente cansada, junto a su abuela, ascendió al patrullero que la llevó de vuelta a Beltrán.
El próximo paso sería una casi segura Cámara Gesell, trascendió anoche
FUENTE: El Liberal