¡Feliz 122 años Querido Tostado!
La ciudad cabecera del departamento Nueve de Julio, cumplió este 5 de noviembre 122 años desde su fundación.
“Hay capital humano en Tostado, pero debe ser acompañado de un compromiso en participar, en integrar las instituciones. El aniversario se convierte en una oportunidad que puede significar una excusa para renovar el compromiso como ciudadanos y la voluntad de acción para mejorar nuestra ciudad”, así se expresó Nélida Almada, integrante del Instituto de Estudios Históricos de Tostado, este martes por la tarde a través de FM SOON.
“Mucho se puede decir de la historia de Tostado…pasaríamos horas. Nuestra ciudad se fundó en el consenso de personas de diferentes lugares del mundo que se aventuraron a este lugar, cuando esto era un paramo. En una misma cuadra vivía un alemán, un francés, un judío…todos pensaban diferente pero, para dejar un futuro que muchas veces no valoramos, lograban ponerse de acuerdo. Un ejemplo es cuando la iglesia –por la parroquia-era un galponcito; pese a que algunos eran de otra religión, todos se reunieron porque entendían que permitiría unir a los miembros de la comunidad”.
Continúo “la historia está hecha y plagada de cosas buenas, y algunas no tanto; debemos capitalizar las primeras para construir y crecer”. En esto recordó “el 27 de abril de 1891, cuando llegó el ferrocarril, llegó el progreso, la comunicación con otros lugares”, fundándose, meses más tarde, Tostado.
Sin actividades protocolares oficiales, la ciudad vio pasar en silencio su cumpleaños 122, siendo recordado en las escuelas locales.
“Tenemos un divorcio total con nuestra historia; sería importante que nos adentremos en ella y la cuidemos”, concluyó.
Feliz 122 años Querido Tostado, que como ciudadanos vivamos brindando homenaje a todos los que fueron y son tus hijos, los cuales bregaron para dar nacimiento a las instituciones que hoy te sostienen y que reflejan tu evolución. Que recibamos con responsabilidad la herencia cultural, para nutrirnos de lo que se construyó con tanto esfuerzo y esperanza, para que las generaciones futuras lo sepan comprender, valorar y continuar con la nobleza de los antepasados, la valentía del presente y el desafío del porvenir –parafraseado del Libro del Centenario-.