REPERCUSIONES EN MEDIOS NACIONALES
La guerra del agua: dos provincias enfrentadas por el río Salado
La construcción de un terraplén en Santiago del Estero afectó la provisión del fluido para consumo humano en localidades del norte de Santa Fe, que prevé empezar a racionalizar el servicio. La noticia se brindo en primicia el 19 de noviembre, en FM SOON y este portal.
Una nueva batalla se inició hace poco más de diez días en lo que varias veces se denominó en las últimas dos décadas la «guerra por el agua del río Salado», vieja disputa entre las provincias de Santa Fe y Santiago del Estero. Ambas comparten el tramo medio inferior del río Salado, que aguas arriba involucra los territorios de Salta y Tucumán, con una superficie total de 247.000 km2 y una longitud de 1500 kilómetros.
Esta vez, como otras tantas, Santiago del Estero construyó unilateralmente, a sólo ocho kilómetros del límite con esta provincia, un terraplén sobre el curso del río, para disponer del líquido para riego de campos en su jurisdicción -argumentando los efectos de la anterior sequía-, con lo que ese taponamiento impide el normal escurrimiento del cauce principal del río Salado aguas abajo.
De mantenerse este cuadro de situación, los primeros grandes afectados serán los habitantes de Tostado, cabecera del departamento 9 de Julio, 339 kilómetros al noroeste de esta capital, que se abastecen del río. Para cumplir con el objetivo de esta ciudad de 15.000 habitantes, se habilitó este año un azud nivelador, obra que nivela los caudales del río a la altura de esa ciudad y que, entre otras cosas, permite el almacenamiento del líquido para su posterior potabilización por parte de una cooperativa de servicios y su distribución a la población. Esa obra demandó una inversión de 17 millones de pesos y, de mantenerse la obturación en territorio santiagueño, en dos semanas se iniciarán las restricciones del servicio de distribución de agua potable.
Según explicó a LA NACION el gerente de la Cooperativa de Agua Potable de Tostado, Otmar Wervimp, «esto no es nuevo. Comenzó en 1985, siguió al año siguiente, hubo después un período en que el Salado prácticamente se secó, a mitad de la década de los 90. Pero lo ocurrido hace una semana nos sorprende. Éstos fueron productores que decidieron cortar totalmente el paso de agua. Tostado, por ahora, gracias a las últimas lluvias, no tiene dificultades en el servicio, como sucedió en otras épocas donde no había ni siquiera para cubrir una parte de la ciudad», resaltó Wervimp, confiado en que por las gestiones realizadas recientemente en los próximos días habría un principio de solución.
Reclamos
Al respecto, el gobierno santafecino reclamó a su par santiagueño que «remueva inmediatamente el terraplén». Idéntica postura fue presentada ante la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación, y misivas similares se enviaron a las provincias de Santiago del Estero y Salta.
Según explicó el ministro de Aguas santafecino, Antonio Ciancio, «esta construcción artificial está compuesta de un enorme paredón de tierra que impide el paso del agua en su totalidad, haciendo un desvío de la misma sin restitución al cauce principal del río. Esta situación -agregó Ciancio- nos está generando una serie de perjuicios y uno de ellos es la restricción del uso del agua del acueducto a cielo abierto, la cual será prioridad para el consumo humano. El otro perjuicio es la afectación aguas abajo de la flora y fauna de la región», resaltó Ciancio.
El funcionario aprovechó la ocasión para «requerir que tanto Santiago del Estero como Salta cumplan con lo acordado en julio de este año en la reunión del Comité Técnico Interjurisdiccional de la Cuenca Pasaje Juramento-Salado, donde las provincias se comprometieron a priorizar el uso del agua del río Salado para consumo humano».
El funcionario recordó que se fijó garantizar un caudal de 1,5 metros cúbicos por segundo en el límite interprovincial de Santiago del Estero y Santa Fe. «Para ello, las provincias integrantes de la cuenca se comprometen a coordinar y articular las pautas operativas básicas durante la emergencia en las secciones reguladas del río en su tramo superior y medio, a lo que la provincia de Salta incrementará progresivamente de 34 a 40 metros cúbicos por segundos los caudales erogados del dique El Tunal, a los efectos de garantizar el cumplimiento efectivo y permanente de los caudales de emergencia», amplió.
Conflicto con historia
El Comité de Cuenca Río Juramento-Salado fue creado en 1971 por la entonces Secretaría de Recursos Hídricos de la Nación y ratificado por los gobiernos de las provincias de Salta, Santiago del Estero y Santa Fe. Posteriormente se sumaron Catamarca y Tucumán. Con anterioridad a su creación, se firmó un Tratado Interjurisdiccional entre las provincias de Salta y Santiago del Estero y Agua y Energía Eléctrica de la Nación, que definió cupos de distribución de agua al entrar en funcionamiento en Salta, la presa de Cabra Corral.
Santa Fe sostiene que Santiago del Estero no es proclive a respetar los pactos firmados. A este terraplén construido en el sudeste de esa provincia, se suma una obra de canalización del río Salado que el gobernador santiagueño Gerardo Zamora acordó con su par salteño, Juan Manuel Urtubey, para erigir, en territorio santiagueño, un azud nivelador y una canalización de 130 kilómetros hasta Figueroa, incluido el canal de Dios. Como si fuera poco hay que agregar más de 750 kilómetros de canales para riego, construidos hasta 2006, desde la ruta 5 hacia el Norte.
Según el gobierno santafecino, si el problema de Santiago del Estero es el incumplimiento parcial del caudal de agua que debe proporcionarle Salta, como mal menor debiera respetar esa proporción incumplida para aplicarla con Santa Fe y no cortar totalmente el río. Tal como está sucediendo, es un maltrato santiagueño hacia quienes viven aguas abajo.
FUENTE: La Nación